Horas contadas: Rescate épico
Entre impresionantes efectos especiales, Disney se echa a la mar con una historia real sobre el salvamento de un colosal barco en aguas estadounidenses durante 1952.
Cuando corría el 18 de febrero de 1952, una poderosa tormenta invernal azotó Nueva Inglaterra (EE.UU.), asolando numerosas ciudades de la costa este y causando estragos en las embarcaciones que encontraba a su paso, incluido el SS Pendleton, un petrolero T-2 que se dirigía a Boston. El buque fue literalmente partido en dos, y más de 30 marineros quedaron atrapados en la popa del barco que se hundía a gran velocidad.
Esta historia inspiró a Craig Gillespie para llevarla a la gran pantalla bajo el título Horas contadas (The Finest Hours). Allí se destacan el primer ingeniero asistente Ray Sybert (interpretado por Casey Affleck), quien debe encargarse de la tripulación e inspirar a los hombres a dejar de lado sus diferencias y trabajar juntos para afrontar una de las peores tormentas en la costa este. Mientras tanto, al llegar las noticias del desastre a la estación de la Guardia Costera, el suboficial Daniel Cluff (interpretado por Eric Bana) ordena una audaz operación para rescatar a los marineros varados. Pero a pesar de las apabullantes condiciones, cuatro hombres liderados por el capitán de la Guardia Costera, Bernie Webber (Chris Pine) se embarcan en un bote salvavidas de madera y escasos instrumentos de navegación, debiendo enfrentar temperaturas glaciales, vientos huracanados y olas de 20 metros de altura.
Cuando Cluff se entera de que una segunda embarcación, el Pendleton, también ha sido dañada y se encuentra ahora a la deriva en aguas cercanas, le ordena al timonel Bernie Webber que reúna sin demoras a una tripulación y se adentre en el mar con un barco salvavidas en busca de sobrevivientes.
De todas las personas que participaron en el rescate del Pendleton, el teniente comandante retirado Mel ‘Gus’ Gouthro y Andy Fitzgerald, quien ocupaba su lugar la noche de la catástrofe, son los únicos que siguen actualmente con vida. Ambos visitaron el set y observaron mientras la producción filmaba las escenas en las que el barco salvavidas rescata a los sobrevivientes.
Gillespie cuenta: “Queríamos ser muy específicos y muy claros en cuanto a cómo sucedió todo. Tener la posibilidad de plasmar todos esos matices y verdades es lo que lo hace tan interesante y nos permite retratar a seres humanos tan excepcionales”.
Fitzgerald, quien abandonó la Guardia Costera poco después del osado rescate, actualmente tiene 84 años y vive con su esposa en Colorado. “Algunas personas todavía creen que el rescate del Pendleton fue una misión suicida, pero yo nunca lo vi de ese modo”, afirma. “Como solíamos decir en aquella época: Tienes que salir, pero no necesariamente tienes que regresar. Nuestro trabajo era salvar personas y eso fue lo que hicimos, y vaya si estoy orgulloso de haberlo hecho”.
En el filme, el actor Kyle Gallner (American Sniper) interpreta a Fitzgerald. “Andy era uno de los hombres de menor rango y nunca pidió salir en una misión”, explica Gallner. “Ese día de 1952, ni siquiera le confiaron la tarea de ir a amarrar los barcos de pesca del pueblo. Tú quédate adentro, le indicaron. Sin embargo, cuando Bernie tuvo que elegir a los hombres que lo acompañarían en la misión, prácticamente no quedaba nadie en la estación, entonces Andy se ofreció como voluntario”.
Fitzgerald se unió a la Guardia Costera en 1949, inmediatamente después de terminar la escuela secundaria, y vivió varios años apostado en Chatham (Massachussetts) antes de la devastadora tormenta, algo que recuerda con claridad. La noche del rescate, Fitzgerald –el más joven de los hombres a bordo– se encontraba a la intemperie, en la proa del barco salvavidas, manejando el reflector con la esperanza de divisar a la embarcación en apuros. “Bernie era un magnífico timonel, pero una ola gigantesca nos azotó cuando pasamos por el banco de arena y abrió un gran agujero en el parabrisas; de allí en más, todo fue de mal en peor”, narra.
Fitzgerald agrega: “El motor se detuvo; entonces, la única persona que no querían a bordo del barco por no tener la suficiente experiencia, o sea, yo, tuvo que bajar y poner el motor nuevamente en marcha. Y si bien no teníamos una brújula para guiarnos, Bernie conocía bien la zona y tenía una idea general de hacia dónde nos dirigíamos. Poco después, levantamos la vista y, entre la nieve y la lluvia, divisamos este colosal buque petrolero encallado en un banco de arena”.
Luego, Fitzgerald volvió a la proa del barco salvavidas para ayudar a los hombres a descender por la borda del Pendleton por una escalera de cuerda. “Recién después de que logramos traer a uno o dos hombres a nuestro barco, comencé a tomar conciencia de lo peligroso que realmente era para todos los que estábamos allí, porque, si alguno llegaba a estrellarse contra mí, todos caeríamos por la borda”, recuerda.
Gouthro siguió los pasos de su padre y se inscribió en la Guardia Costera a los 17 años. Estaba apostado en Chatham y rápidamente fue designado motorista. Afirma: “Fue una excelente oportunidad para conocer gente nueva y me abrió la puerta a un mundo que ni siquiera sabíamos que existía. Además de ayudar a los pescadores locales, salíamos en barco a patrullar el Atlántico y lanzábamos globos meteorológicos (porque, en ese entonces, no teníamos satélites), y disfrutábamos de cada cosa que hacíamos”.
Beau Knapp (Southpaw) interpreta a Gouthro en el filme. “Gus es un tiro al aire… lo único que quiere es divertirse”, describe Knapp. “Trata de convencer a Bernie de que sea más extrovertido; en especial, cuando está nervioso porque va a tener una cita con una chica con la que habló, pero nunca antes vio. Siempre ha sido un apoyo para Bernie y, por eso, le resulta difícil no poder acompañarlo en la misión”.
Horas contadas está repleta de apasionantes y enormes secuencias de acción, tiene como hilo conductor el tema central que resuena a lo largo de toda la historia: la fortaleza del espíritu humano. La verdadera historia de un grupo de personas dispuestas a aventurarse para salvar las vidas de otras personas
Para Chris Pine el filme muestra algo más que el valor de unos hombres. “Pude apreciar la sencillez de esta historia sobre unos muchachos que tienen un trabajo que hacer, y da la casualidad de que, en este día, su trabajo requiere que se enfrenten con una bestia. No lo hicieron por la gloria, y no hubo nada de autocomplaciente en ello. Eran simplemente hombres haciendo su trabajo.
El actor también destaca los escenarios. “Había soldadores por todos lados. Parecía como si estuviéramos construyendo una nave especial, o algo así. Estuvimos trabajando en un tanque sobre un escenario contra una pantalla azul, pero también tuvimos el frente del Pendleton, de cuatro pisos de alto, que estaba soldado y hecho de acero, y era bastante impresionante. Filmamos allí durante cinco días y luego lo desarmaron...”.
Asimismo, Pine resalta los efectos especiales con los que cuenta Horas contadas. “A pesar de que no es una película de superhéroes, tiene increíbles efectos especiales. Verlos en la pantalla grande será una experiencia extraordinaria. No hay monstruos; son solo hombres enfrentándose al océano. Hay algo realmente emocionante al ver el choque entre el hombre y la naturaleza, porque a ella no le importa quién eres o cuál es tu nombre o de dónde vienes. Ella hace lo suyo”. (A.C.J.) (E)