Helena Bonham Carter Camaleónica
El filme Sombras tenebrosas (Dark shadows) tiene toda la pinta de ser otra obra mágica de Tim Burton. Es como un volver al ayer pero muy actual. Y tiene a su esposa Helena Bonhan Carter por séptima vez.
El peculiar estilo de la actriz nacida en Londres la han convertido en una de las más carismáticas del cine.
Pero, aunque parezca increíble, en el nuevo filme –la reinvención de Tim Burton (53 años) de una telenovela gótica de finales de los años setenta– Helena no se la ve tan loca como es ya su famosa costumbre.
Se ve llena de recato y denota una maleficencia que no se veía desde hace ya mucho tiempo.
El reparto es fuera de serie, aparte de Johnny y Helena, lo completan Chloe Moretz, Eva Green y Michelle Pfeiffer. Helena encarna a la doctora Julia Hoffman, una psiquiatra condescendiente, de cabellera rojiza y repeinada y alcohólica.
Siete películas... y con su esposo, cualquiera diría que es cansino, pero ella no opina así. “Bueno, de momento, él sigue diciendo que tengo mucha suerte (risas).
No me canso de repetir que la circunstancia de compartir cama con el director de Alicia en el país de las maravillas (2010) no me asegura trabajar en sus películas. Mientras Tim toma la decisión de darme o no un papel, los días en su casa transcurren lentos y tensos”, dice la actriz de 46 años.
Durante la preparación de un filme Burton es quien la busca para que dé su opinión. “Siempre me da a leer los guiones, porque somos amigos y él quiere saber qué pienso sobre las historias, pero eso no supone nada. Lo que sí puede ser significativo es su mirada inquietante y la pregunta: ¿estarías interesada en interpretar? Y claro, ¿quién le dice que no a Tim Burton? Normalmente no hablo demasiado y obedezco”.
El filme se inicia a ritmo acelerado: En 1772, una bruja despechada convierte en vampiro al aristócrata Barnabás y lo encierra en un sepulcro, para que sufra por siempre por no haberla querido. Doscientos años después, el vampiro es accidentalmente liberado y se ve obligado a ajustarse al año de 1972.
Pero Helena tampoco es que siempre está predispuesta a los trabajos de Burton. “Una vez le dije no, pero fue un no poco rotundo. Más bien un: me lo pienso, si me das otro personaje”.
Ocurrió con el guion del filme animado El cadáver de la Novia (2005) cuando Tim le ofreció el personaje de Victoria.
Como no la vio convencida, él preguntó qué personaje le gustaría ser y ella, sin pensarlo, quiso darle voz a la novia cadáver. Él dejó pasar unos días y luego volvió con un modo de hablar muy característico en Tim Burton, según cuentan sus conocidos, diciendo frases sueltas e inacabadas.
Comentaba que lo había pensado, que podría ser, pero que quizás ella tendría que hacer cosas… Helena decidió cortar por lo sano: “¿Tendría que hacer una audición, verdad?”, dijo Helena y él contestó que sí. Helena pasó la prueba (una audición breve, asegura), y dos semanas después –durante las cuales no se mencionó el asunto–, Tim apareció solemne en su casa (viven en hogares separados) y dijo: “El equipo se sentirá honrado si aceptas el personaje de el cadáver de la novia”.
En todas las entrevistas que le han hecho a la actriz le han preguntado: ¿Te gusta que se piense en ti como la musa de Tim Burton? Y esta es su respuesta: “Me encantaría ser su musa, pero no lo soy. Sé perfectamente que se inspira en muchísimas otras cosas, muy diferentes entre sí. Me gustaría serlo, pero eso no es del todo verdad”.
El acento británico de Helena, upper class, sus apellidos, sus compañeros de colegio (fue a clase con Nick Clegg, actual viceprimer ministro de Reino Unido), un bisabuelo primer ministro. Todo hace pensar que pertenece a la realeza británica. Ella lo niega. “I am not a royal, I am not that posh! (¡No soy de la realeza, no soy tan aniñada!).
Le guste o no, lo cierto es que su carrera puede dividirse en la era pre y post-Burton. Su apariencia tiene poco que ver con la chica lánguida que se vio en Una habitación con vista (1985) que hacía anuncios de corsés luciendo sutiles enaguas blancas. Con Burton llegó el total negro: sombreros, encajes, túnicas. Un pelo imposible y una palidez fantasmagórica. Y también llegaron las películas excéntricas y los personajes extravagantes.
La propia Helena reconoce que ahora su sección habitual en las revistas es en las peor vestidas. En sus comienzos, los directores explotaban hasta el cansancio su origen aristocrático y su pretendida pureza británica, algo que no se ajusta a la realidad si se tiene en cuenta que ella es un híbrido de españoles, alemanes, franceses, austriacos, checos y rusos.
“Creo que los años me han venido bien, no iba a ser toda la vida la sex symbol de la industria del corsé. Además, nunca he estado muy interesada en la moda, siempre he preferido vestir en determinada forma (la mía), independientemente de si está o no de moda. Entiendo que cada quien es diferente y que habrá gente que disfrute siguiendo las tendencias, pero eso no es lo mío”.
Los habituales de Tim Burton vuelven en Sombras tenebrosas a las andadas con una fábula de vampiros o, si se prefiere, una historia de fantasmas. No se sabe (ella no es capaz de explicarlo) si es un drama o una comedia, pero es divertida.
“Al final la gente se lo pasará bien. Van a ver algo diferente a lo que se espera de Tim Burton, y los que hayan visto la serie tampoco encontrarán demasiados parecidos con ella. Se mantienen algunos personajes, pero la historia es completamente diferente”, destaca.
Pronto veremos a Helena en la nueva versión de Los Miserables, de Tom Hooper. (A.C.J.)
Fuente: Agencias