La casa de Walter vuelve a flotar
El cineasta guayaquileño Óscar X. Illingworth presenta una gran historia en el documental La casa de Walter, este miércoles 7.
El país aún recuerda el desastre ocurrido en marzo y abril de 1993. Las lluvias eran tan intensas en las provincias del Azuay y Cañar, que provocaron el deslizamiento de un cerro que taponó el caudal del río Cuenca, generando una inundación en el sector del Tahual, también conocido como La Josefina.
El agua cubrió las viviendas de cientos de habitantes de zonas como El Descanso. Pero un inmueble se salvó, propiedad del azuayo Walter Suárez, quien tuvo tiempo para instalar un rústico sistema de flotación para que su casa de madera termine navegando sobre el improvisado lago que creó esa tragedia.
El joven cineasta guayaquileño Óscar X. Illingworth Crespo escuchó esa historia de su abuelo materno, quien reside en Cuenca.
“Yo nací tres meses después del desastre de La Josefina, así que siempre supe del mito de aquel hombre que logró salvar su casa”, explica Óscar, quien elaboró ese trabajo audiovisual como parte de la carrera de cine y televisión que estudió en la Universidad de Navarra (España).
Óscar contó con 20 horas de videos caseros grabados en los días de la tragedia. “No usé tomas de televisión, porque no quería que se pareciera a un reportaje periodístico. Preferí las imágenes caseras de un habitante local, llamado Alberto Vásquez, a quien no logramos contactar, pero Walter consiguió esas filmaciones”, dice Óscar.
“Yo quería enfocarme en las motivaciones de Walter, en sus ideas y sentimientos en esos días”. Por ello, el cineasta destaca que tal personaje no es alguien común y corriente. “Parece que las reglas del mundo no se aplican a él. Las cosas le funcionan de forma distinta”, dice; “siento una admiración brutal hacia él”.
Desde Cuenca
Walter Suárez tenía 42 años cuando logró salvar su casa de la inundación. Era su casa de campo, porque su residencia principal estaba en Cuenca. Pero a partir de los hechos de 1993, Walter se mudó definitivamente a El Descanso. Hoy reside junto a su esposa en una vivienda de cemento que construyó al lado del inmueble rescatado hace casi 25 años.
“Me gustó cómo quedó el documental. Óscar lo hizo muy bien”, dice Walter, a través de una llamada telefónica.
Cuando rescató su vivienda, él sabía que estaba haciendo algo que trascendería en el tiempo. “Salvar la casa no tenía un sentido de pena, sino de emoción. Me dije: yo voy a salvar esta casa, porque yo la armé para que pueda flotar, pueda trasladarse por helicóptero o por tráiler”.
Y agradece a Óscar porque, gracias a este documental de 28 minutos, la casa puede salvarse nuevamente, pero ahora del olvido, para que así podamos seguir admirando esa obra de ingeniería emocional levantada en tiempos necesitados de esperanza. (M. P.)
Proyección: Estudio Paulsen (Las Peñas), este miércoles 7, 20:00. Ingreso gratuito.