Léa Seydoux: Me gusta ser un camaleón
Léa Seydoux acompañará a Daniel Craig en la más reciente entrega de la saga sobre el agente secreto James Bond. Su periplo en el cine ha sido de gran avanzada.
El cine es capaz de eternizar momentos y, sobre todo, rostros. Uno de ellos es el de Léa Seydoux. Es de aquellos que no pasan desapercibidos. Los directores lo saben. Quentin Tarantino la incluyó, aunque de forma muy breve, en Bastardos sin gloria. Allí, el malísimo coronel Landa (interpretado por Christoph Waltz) llega a la campiña francesa dispuesto a “cazar” judíos, directo a interrogar a una familia con tres hijas. Ellas, en fila, aterradas, mirando seriamente al personaje oscuro. La cámara avanza, pero se queda enfocando a Charlotte (Seydoux), la rubia, durante varios segundos. Tantos que llama la atención. La cámara se va y vuelve sobre su expresión desolada. Será la única de las hermanas que no vuelve a aparecer en toda la película, pero su imagen no se olvidará fácilmente.
La lista se alarga con Robin Hood (2010), de Ridley Scott; Medianoche en París (2011), de Woody Allen; Misión imposible 4 (2011), de Brad Bird; Sister (2012), de Úrsula Meier; La vida de Adèle (2013), de Abdellatif Kechiche –cinta por la que obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes–; El Gran Hotel Budapest (2014), de Wes Anderson, películas en las que se expuso mucho más. Tanto que ahora forma parte de la élite del agente 007 James Bond junto con Daniel Craig, Monica Bellucci, Dave Bautista, Ben Whishaw, Naomie Harris y Christoph Waltz.
El culpable de “convertirla” en chica Bond en Spectre, la vigesimocuarta entrega de la saga creada por Ian Fleming, ha sido Sam Mendes (Camino a la perdición, Belleza americana). El director inglés había declarado que no volvería a dirigir la próxima película de la serie, entonces conocida como Bond 24; pero se retractó y anunció que regresaría, ya que encontró el guion y los planes para el futuro de la franquicia a largo plazo atractivos. Al dirigir Skyfall (2013) y Spectre, Mendes se convirtió en el primer director en supervisar dos películas Bond consecutivas desde que John Glen dirigió Su nombre es peligro (1987) y Licencia para matar (1989).
Mendes pone en el tapete el origen de 007. “Pensé que había una oportunidad: ¿cómo se hizo?, ¿quiénes fueron las personas que lo marcaron? Estás como retrocediendo para contar la historia de cómo se convirtió en Bond”, declaró el cineasta.
Por su parte, Daniel Craig afirmó que “gran parte de la película es una celebración de lo que significa ser James Bond. Pero no es retro. Con suerte, no es solo un clásico Bond sino un thriller clásico”. En esta parte resulta curioso que las anteriores entregas con Craig se esforzaran por dar una imagen totalmente renovada del personaje, pero en Spectre se han incluido muchas referencias, sobre todo a la etapa de Roger Moore.
De allí que Mendes dijera: “En efecto, Daniel Craig y yo nos criamos con los filmes de Roger Moore, así que ha sido intencional homenajearlo. Algunas referencias son evidentes y claras, a títulos como Vive y deja morir o Desde Rusia con amor con la secuencia del tren”.
Se ha comentado mucho la inclusión de Monica Bellucci. “Para mí lo más importante era la coherencia de la historia. En el arranque se necesitaba una mujer de cierta edad, que se ha quedado viuda, pero que fuera muy atractiva”.
En el nuevo filme, Bond cambia ciertos “hábitos” también. “¡Gracias a Dios que existe en el mundo alguien como Monica Bellucci! Encajaba como un guante, sin ella no sé si hubiéramos tenido que cambiar algunas cosas. Si ahora ha sido tan bien acogido que Bond tenga un romance con una mujer mayor que él, es símbolo de que el mundo ha cambiado, y eso me parece positivo”, dijo Mendes.
Algunos críticos se han preguntado qué viene después de Spectre, una vez que Mendes ha llevado al personaje al límite y ha revelado sus orígenes, lo que pondría fin a la franquicia. “¡Espero que no! (risas). En serio, me sentiría muy culpable si me consideraran el verdugo de un personaje tan antiguo. Es cierto que he jugado con la iconografía, pero... ¡espero no haberla destruido! Vendrán otros realizadores que encontrarán otras fórmulas. Les aconsejo que imaginen cosas nuevas y que no se aferren a repetir lo que ya se ha hecho muchas veces. Puede exigirles más trabajo, pero que se lleven al personaje a nuevos terrenos”, destacó Mendes.
¿Quién es Léa?
El viaje ha sido rápido para una chica de treinta años que asume no haber terminado el colegio y a quien, por su condición de burguesa, no le resulta cómodo socializar. Léa es nieta de Jérôme Seydoux, el presidente de Pathé Distribution, y sobrina nieta de Nicolas Seydoux y de Michel Seydoux, jefe ejecutivo de Gaumont y presidente del club de fútbol LOSC, respectivamente. Su padre tiene raíces españolas y venezolanas. En 2009 fue nominada a los Premios César en la categoría de mejor actriz revelación por su papel en La Belle Personne, un filme para televisión de 2008 del cineasta Christophe Honoré.
Para ella, la inteligencia es lo más destacable del personaje que interpreta en Spectre: la doctora Madeleine Swann, una psicóloga que trabaja en una clínica médica privada de los Alpes austriacos. “Es un nuevo tipo de personaje, un nuevo tipo de ‘chica Bond’, no es la femme fatale, no es un cliché, es más profunda que lo que podrías esperar”, indicó.
En la saga, ella sigue los pasos de estrellas francesas como Carole Bouquet (Solo para tus ojos), Sophie Marceau (El mundo no es suficiente) y Eva Green (Casino Royale), entre otras. “Quizá las francesas a menudo se consideran sensuales. Son estilizadas. Las mujeres de Francia tienen fama de ser elegantes”, dijo.
La actriz comenta sobre sus diferentes trabajos: “Siempre trato de adaptarme a la película, trato de penetrar en la trama y no desaparecer en ella necesariamente, debo ser parte del material y adaptarme a él. Me gusta ser un camaleón. Es una contradicción. Me gusta desaparecer y aparecer al mismo tiempo. Es lo que me agrada de eso”.
Léa ha sido escogida por Fox para interpretar a Bella Donna Boudreaux, la líder del gremio de asesinos del universo X-Men, en la primera película en solitario de Gambito, que se encuentra en pleno rodaje. (A.C.J.) (E)
EN ‘ADÉLE’
“Claro que me cuestioné mi sexualidad como persona, como ser humano... No es que sea nada rodar esas escenas. Por supuesto que me cuestioné a mí misma, pero no tuve ninguna revelación”, declaró Léa al London Evening Standard, acerca de la película La vida de Adèle (2013). Allí, ella hacía el papel de Emma y su compañera de roles era Adèle Exarchopoulos. Por su calidad, su fuerza y su intensidad, ambas actrices mostraron explícitas escenas de sexo lésbico en la película inspirada en el cómic El azul es un color cálido, de Julie Maroh, el cual habla sobre el amor de una adolescente y una joven artista de cabellos azules.
En el mismo medio, la actriz francesa declaró: “El director nos advirtió de que debíamos confiar en él –confianza ciega– y dar muchísimo de nosotras mismas. Estaba haciendo una película sobre la pasión, así que quería tener escenas de sexo, pero sin coreografías. Nos dijo que no quería esconder la sexualidad de los personajes porque es una parte importante de cualquier relación. Pero una vez que estuvimos en el rodaje, me di cuenta de que realmente quería que nosotras le diéramos todo. La mayoría de la gente ni siquiera se atrevería a hacer las cosas que hicimos, lo cual desexualizaría el acto”. (E)