Meisner, técnica oscarizada

Allison Janney y Sam Rockwell, ganadores del Premio Óscar, fueron estudiantes de la técnica teatral de Sanford Meisner.

En Tres anuncios por un crimen, Sam Rockwell, patea, golpea, llora, ríe, es héroe y es villano. Se levanta, se cae, duda y se decide.

Sam brindó una actuación que no pierde su ritmo de principio a fin y que no pasó desapercibida para los críticos este año.

Rockwell se ganó un Globo de Oro, un Óscar y un Bafta a mejor actor de reparto por su actuación en el filme del director Martin McDonagh. Tres en línea.

Sin embargo, también es un actor de blockbusters. Fue el villano genio que luchó contra Tony Stark (Robert Downey Jr.) en Iron Man 2.

Su preparación actoral lo formó para todo. Aunque de Tony Stark le quedó la actitud de rockstar que mostró junto a su pareja, la también actriz, Leslie Bibb, en la alfombra roja de los premios.

Sin embargo, Rockwell también hizo tiempo para reflexionar sobre su camino actoral y su formación de 2 años en el William Esper Estudio, especializado en la técnica de Seinford Meisner.

“Creo que es lo más inteligente que hice en mi carrera. Estudié por 2 años, yo tenía 24 años en 1991. Estaba desesperado por la necesidad de entrenamiento y ya había hecho teatro, pero necesitaba entrenamiento. Estudié Meisner por dos años y entonces conocí allí a mi coach actoral: Terry Knickerbocker”, explicó para The Talks.

“Primero hice la sesión de verano y dije bueno, esto está bien, son 6 semanas. Y me preguntaron: ¿por qué no haces los 2 años? Y les dije, bueno, la verdad estoy muy ocupado, tengo un llamado para un comercial (...)”, recuerda Rockwell en un video para theoffcamerashow (canal de YouTube). Pero luego de las excusas, decidió quedarse. “Y cambió mi vida, me enseñó la responsabilidad que tienes como actor”.

Transformación total

Sí, su cara le resulta conocida de las propagandas de la serie Mom, transmitida por Warner Channel.

Desde 2013, Allison Janney es la curiosa y atrevida madre de la comediante Ana Faris. Y Allison, en ese sitcom, también es una comediante.

Pero en el filme I, Tonya, difícilmente la reconocerá por la transformación física y de vestuario que sufrió la actriz. Este gran trabajo la hizo llevarse el premio Óscar a Mejor Actriz de Reparto este 2018. En esa categoría, Allison superó a otras grandes actrices como Octavia Spencer (Shape of Water, The Help) y Lesley Manville (El hilo invisible).

Al igual que Sam Rockwell, también se ganó el Globo de Oro y el Bafta, pero tienen más en común: ambos atravesaron las aulas Meisner.

Allison aparece entre los exalumnos del sitio web del Neighborhood Playhouse de Nueva York. Allí se formó por 2 años.

“Entrené con Sanford Meisner en el Neighborhood Playhouse y ellos te enseñan cómo prepararte emocionalmente para algo, sea que fantasees sobre algo o solo pensar sobre algo que no algo y solo dejas que tu mente te lleve, a algún lugar”, dijo para brightwalldarkroom.com. “Y ahora he mejorado en el asunto de dejar ir esas emociones, una vez que la escena termina”.

Allison no ha olvidado su formación y la utiliza, además, para animar a otros. Así ocurrió en los premios Bafta. Durante un panel de preguntas, una de las asistentes, le preguntó sobre algún consejo para una nueva actriz que aspira a incursionar en el mundo cinematográfico y que se sentía cuestionada por su estatura. Luego de preguntarle cuánto medía, Allison, quien mide 1,83 centímetros, le recordó un consejo que recibió del propio Sanford Meisner:

“No dejes que nadie te diga que eres muy alta para actuar. No lo vuelvas un problema, solo trabaja en tu arte, es todo lo que necesitas hacer. Sigue tomando clases, aprende y las puertas se irán abriendo para ti. Pero nunca pienses que tu estatura no es algo de valor para ti, porque lo es”.

“La clave para todo buen actor es saber escuchar. Es realmente la base de la técnica Meisner. Así que hacíamos estos ejercicios, que se llaman de repetición, donde te digo: usas una camisa negra y tú me dices, sí, uso una camisa negra y luego yo te digo sí, usas una camiseta negra. Tienes que repetir todo lo que digo hasta que cambia y era un ejercicio increíble, pero siempre terminaba en insultos”, recuerda entre risas, durante una entrevista (grabada en video) con el fotógrafo Howard Schatz.

En Guayaquil: La técnica Meisner se imparte en Estudio Paulsen (barrio Las Peñas) Tel. 6042597 @estudiopaulsen.