Misterio y celos
Sofia Coppola ofrece una visión muy personal en La seducción, filme cuya historia se desarrolla en plena Guerra Civil de EE.UU.
En 1966 el escritor estadounidense Thomas P. Cullinan (1919 – 1995) publicó A Painted Devil, una novela que inspiró al cineasta Don Siegel para llevarla a la gran pantalla en 1971 bajo el título El seductor (The Beguiled), teniendo como protagonista a su frecuente colaborador Clint Eastwood.
La historia de Cullinan también despertó el interés de Sofia Coppola (Las vírgenes suicidas, Perdidos en Tokio, María Antonieta, la reina adolescente), pero esta vez bajo el título La seducción, filme presentado este año en el Festival de Cannes, llevándose el premio a mejor dirección, convirtiéndose así en la segunda mujer en ganar ese galardón (antes lo había logrado la rusa Yuliya Solntseva por The Chronicle of Flaming Years, en 1961).
Tanto en la película de Coppola, así como la de Siegel y el libro de Cullinan, la presencia de un hombre en una escuela de señoritas lleva a conflictos y celos que conducen a una intensa historia, pero mientras que las dos primeras fueron contadas desde el punto de vista de ese hombre, la versión de Coppola pone a las mujeres en el poder gracias a su dirección, ya que fue capaz de poner su propio giro sobre el material de origen. “Simplemente pensé que la premisa era tan interesante, porque la historia de poder entre hombres y mujeres era un tema tan interesante y cargado, y esta premisa realmente lo realzó con este escenario durante la Guerra de Secesión de Estados Unidos”.
En palabras de la cineasta, no se trata tanto de un remake como de una nueva y bastante distinta transposición de la novela ambientada en 1864. Un soldado de la Unión (Colin Farrell) es encontrado malherido por una de las cuatro niñas que todavía permanecen en el internado de una zona de Virginia (territorio Confederado), a poca distancia de los enfrentamientos militares. Junto a las alumnas (la más grande está interpretada por Elle Fanning) convive en esa casona con la responsable del lugar (Nicole Kidman) y la maestra (Kirsten Dunst). Las seis mujeres se verán obsesionadas (algunas con pasión, otras con desprecio, otras con simple curiosidad infantil) por el recién llegado, un ‘enemigo’ al que se niegan a entregar a los soldados secesionistas.
En la fotografía, Coppola contó con la ayuda de Philippe Le Sourd, habitual colaborador de Wong Kar-wai, quien combina el trasfondo bélico, cierta estética de western y elementos propios de los cuentos de hadas con el intenso drama de un universo cerrado femenino que se ve invadido y viciado con esa inesperada presencia masculina.
Ahora bien, la nueva versión que ha hecho la hija de Francis llegó a las salas de forma controversial debido a que la cinta recibió varias críticas por excluir a un personaje que tanto en la novela como en la primera adaptación cinematográfica sí aparece: Mattie, una esclava negra. En el largometraje de Sofia, Mattie no está y tampoco ningún otro personaje de raza negra. La crítica tildó de “acto irresponsable” por excluir el tema de la esclavitud en una película de la Guerra Civil americana. Sin embargo, la directora explicó este asunto: “Mi película se sitúa en una escuela de las niñas situada en el sur durante la Guerra Civil, cuando los hombres estaban lejos luchando por algún tiempo y la Unión había ganado impulso. De acuerdo con los historiadores y varias revistas de mujeres de la época, muchos esclavos habían partido y un gran número de mujeres blancas del sur quedaron aisladas, aferrarse a un mundo cuyo tiempo había llegado con razón a su fin: un mundo construido sobre el trabajo esclavo”.
Coppola agrega que pensaba que la inclusión de Mattie y la cuestión de la esclavitud como una trama secundaria sería “insultante”, antes de apelar a más “cineastas de color”.
“No quería perpetuar un estereotipo ofensivo cuando los hechos y la cronología apoyan mi elección de la configuración de la historia de estas mujeres blancas en completo aislamiento, después de que los esclavos hubieran escapado”, añadió.
Coppola dijo que tampoco pensó en darle una mirada únicamente femenina a su película, pero que sí veía diferencias en cómo ella y Siegel manejaban el mismo material. “Siegel hizo su película desde una perspectiva masculina de un hombre rodeado de mujeres locas. En la mía, yo la filtro a través de los deseos frustrados de las mujeres. No he hecho, realmente, una película de género. Fue divertido averiguar cómo enfocarlo manteniendo mi estilo, y tener este mundo hermoso y de ensueño que me gusta... ¡pero con una trama! La mayor clave de la historia es la dinámica de un grupo de mujeres atrapadas, y luego cómo el poder va pasando del hombre a las mujeres. Así que para mí es muy universal, pero ambientado en esta exótica elegancia sureña”, expresó Coppola.
Angourie Rice, Oona Laurence, Addison Riecke, Emma Howard y Wayne Pére completan el reparto. (A.C.J.)
No quería perpetuar un estereotipo ofensivo cuando los hechos y la cronología apoyan mi elección de la configuración de la historia de estas mujeres blancas en completo aislamiento, después de que los esclavos hubieran escapado”
Sofía Coppola
Fuentes: agencias, nytimes.com e internet.