Still Alice: Cuando los recuerdos se borran

La pelirroja actriz Julianne Moore se mete en la piel de una profesora universitaria, madre y esposa, que descubre que sufre alzhéimer.

La doctora Alice Howland se encuentra en el mejor momento de su vida, lo tiene casi todo: a sus 50 años es experta en lingüística y profesora de Psicología Cognitiva en la Universidad de Harvard, es investigadora y ha escrito un sinnúmero de ensayos –incluyendo un libro cuyo coautor es su esposo– y tiene tres hijos exitosos. Todo marcha de maravilla hasta que comienza con los síntomas de una de las enfermedades más destructivas que existen.

Una historia estremecedora de la irrupción precoz del alzhéimer es la que vive el personaje de Julianne Moore en Siempre Alice (Still Alice), actuación por la que ganó un Óscar como mejor actriz, así como también un Globo de Oro en la misma categoría, entre otros premios. “Acepté el papel al día siguiente de que me lo propusieran. La historia me atrapó incluso antes de leer el guion”, comentó Moore.

¿Qué pasaría si un día se descubre que en un tiempo todos los recuerdos se irán perdiendo de la memoria de una persona? Julianne responde: “Triste, sí, pero también con un mensaje positivo, de esperanza. El estado de Alice impulsa a la protagonista y en consecuencia al espectador a preguntarse qué tiene valor verdaderamente en la vida, a quién quieres dedicarle tu tiempo y tu atención, qué quiere decir tener todo y sentir que de un momento a otro lo puede perder. Es una película que te hace reflexionar sobre el sentido del amor, sobre la familia, sobre estar en el mundo, sobre el tiempo que pasa”.

El personaje de Alice ha empezado a olvidar desde palabras simples hasta su ubicación, y por error se autodiagnostica un tumor cerebral. Ella empieza a enfrentar su enfermedad cuando en su vida ha conseguido todo lo que anhelaba.

“Es un mal del cual no te curas, al menos no por ahora. Pero este hecho permite comprender que se vive un tiempo largo con alzhéimer. No es la muerte: es una nueva condición de vida, a la cual quedan sometidos los que lo sufren y quienes lo rodean. Puedes tener días buenos, en los que encuentras algunas cosas en tu memoria, y días malos, en los que desaparece todo. Sin duda, la memoria es lo más valioso que tenemos, lo que distingue a los seres humanos de las otras especies animales que pueblan la tierra: saber quién eres, qué hiciste ayer, quiénes son tus padres, cómo criaste a tus hijos... Pero aun cuando este conocimiento se atenúe o se extinga, no dejas de existir”, destaca la actriz.

En ocasiones anteriores, Moore se había decepcionado cuando perdió como actriz de reparto por Boogie Nights (1997). Luego por El ocaso de un amor (1999), y las dos nominaciones en el 2002 como mejor actriz por Lejos del cielo, protagónica, y Las horas, de reparto, le jugaron en contra. “Seize the day”, dijo Julianne Moore con el Óscar en la mano. Significa carpe diem o atrapa el instante. Lo comentó una actriz que obtuvo finalmente su primera estatuilla dorada.

“Tenemos una idea bastante clara de que el físico es temporal”, asegura Moore. “Nos vemos crecer como niños, sabemos lo que pasa a nuestros padres, que es una evolución natural. Pero cuando sentimos que hay una posibilidad real de perder el control de las cosas que experimentamos o recordamos, eso es absolutamente aterrador”.

Transformaciones

En la película, Alice hace un video en su computadora, proporcionando instrucciones cuidadosas a sí misma, para cuando esté tan debilitada como para tomar las suficientes pastillas para suicidarse. Una vez que pasa el tiempo y está muy mal, encuentra el video y comienza a seguir las instrucciones; pero Moore convence a los espectadores de que lo está haciendo en una especie de piloto automático. “Está viendo a alguna persona en todas sus transformaciones. Ella ha elegido vivir a través de las cosas maravillosas y las cosas difíciles. ¿Pero qué significa vivir y estar presente?”, resalta la actriz de 54 años.

Después de cuatro nominaciones y una carrera de unas cincuenta películas, Moore vivió uno de los momentos más importantes de su carrera al ver en Siempre Alice una historia que la verían en todo el mundo. “Es excitante vivir este momento. El filme lo rodamos en veintitrés días por menos de cuatro millones de dólares. El director terminó, la editó y la llevamos al Festival de Toronto, donde debutó. Ahora tiene distribución en todo el mundo y ha sido posible estrenarla este año; es algo increíble. Estoy muy agradecida porque es una historia bellísima sobre una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo.

La cinta se basa en la novela, a su vez inspirada en un caso real. “Hay muchos escritores que intentan adivinar cómo es ese oscuro espacio en el que vive el enfermo, pero en realidad nadie sabe lo que pasa en su mente. Mi gran reto con este personaje fue encontrar mi aproximación a ella, nunca había interpretado un papel sin tener la posibilidad de conocer un solo punto de vista sobre él”, confesó Moore.

Los directores

Richard Glatzer (EE.UU., quien falleció a inicios de marzo de este año debido a la esclerosis lateral amiotrófica, la enfermedad que padece Stephen Hawking) y Wash Westmoreland (Reino Unido) son los directores de este drama inspirado en el libro de la estadounidense Lisa Genova, doctora en ciencias neurológicas en Harvard.

Westmoreland comentó: “En el 2011, Richard fue diagnosticado de ELA. Al principio no estábamos muy seguros de involucrarnos en el proyecto de la película, pero el libro de Lisa es fabuloso y nos gustó el paralelismo entre la enfermedad de Richard y la de Alice. El proceso por el que pasó Richard nos ayudó a comprender el tono con que teníamos que explicar la historia del filme. Fue una inmersión emocional muy intensa. Por otra parte, también investigamos acerca del alzhéimer. Nuestra productora nos ayudó a contactar con asociaciones de pacientes para recabar información de primera mano. Muchas de las personas con las que hablamos ya conocían el libro de Genova, así que fue muy fácil explicarles el proyecto de la película”.

Siempre Alice es una cinta de bajo costo, aun así logró tener en su elenco a Alec Baldwin y a Kristen Stewart. “Conseguir a Julianne fue relativamente sencillo: le enviamos el guion y enseguida tuvimos respuesta. Hicimos una entrevista por Skype y nos dijo que quería el papel. Fue la primera confirmación del estupendo reparto que hemos tenido y gracias a su implicación no fue complicado convencer al resto. El nivel de compromiso con el papel de Julianne es alucinante y su talento es extraordinario. Es muy metódica y perfeccionista, pero enseguida comprendió cómo era su personaje”.

Somos lo que somos porque fuimos. Con virtudes y defectos, de gozo y sufrimiento, nos componemos de nosotros mismos, de nuestras acciones, de nuestros recuerdos. La historia de Siempre Alice es conmovedora, dura, pero hace valorar aún más los recuerdos y querer retenerlos para siempre. (A.C.J.) (E)