Canal de canales: Videos todo momento

Por Connie Hunter
08 de Marzo de 2015

“Ese poder se llama libertad, algo que asusta a unos y gusta a otros, pero que se nos fue otorgada no desde la creación de las redes sino desde la creación de la humanidad”.

La televisión inteligente ha hecho más grande el monitor para ver canales como YouTube o Vimeo. Es lo que experimentan los usuarios que antes estaban acostumbrados a ver estos sitios webs desde la computadora o desde una tablet o celular. No es nuevo mundialmente, pero es algo en lo que está incurriendo nuestro público local más tarde que temprano.

Las opciones son infinitas en YouTube, una red audiovisual que no baja en ningún momento su nivel de visitas. Creada en el 2005 y vendida a Google en el 2006, tiene el beneficio de la conectividad y la sensación de que nunca acabarán las posibilidades de encontrar algo. Es como meter la mano en el sombrero de un mago. Aparecen cosas increíbles. Desde videos personales de personas comunes como usted o como yo (por algo su eslogan es ‘Transmite tú mismo’) hasta películas, comerciales, documentales, retazos de programas de televisión o programas enteros.

Resulta curioso poder desempolvar programas del Show de Lucy o de los Locos Adams en blanco y negro, y poder mostrárselo a la nueva generación sin tener que pasar por una tienda de videos o sin tener que esperar a que un canal de televisión lo transmita. Las posibilidades están ahora sí al alcance de cualquiera. Su buscador es algo así como “pide y se te dará” o “pregunta y se te responderá”. Ponga lo que se le ocurra en el buscador de este canal y algo aparecerá.

Como simples televidentes tenemos mucho material, pero como usuarios también mucho por hacer, siempre y cuando apliquemos las condiciones de uso. Por ejemplo, el error más común consiste en incluir en videos personales la música que nos gusta. Esa música, al tener derechos de autor, no puede ser incluida en nuestro material y por consecuencia, YouTube bajará el video de su portal.

Aprovechando el día de la mujer, YouTube lanzó su campaña con el hashtag #DEARME con un espacio atractivo al inicio de su sitio, promoviendo el mensaje a las adolescentes de quererse tal cual son. Mujeres adultas hablan a cámara, pero se hablan a sí mismas aconsejándose que simplemente se acepten. Aunque los videos han sido hasta ahora vistos por cientos de miles de usuarios, no se puede hablar de efectividad. La campaña, realizada en inglés, se enfrenta a todo tipo de personas que dejan en sus mensajes escritos cuestionamientos y burlas.

El poder que otorga YouTube al mundo es amplio. ¿Cuándo en la vida se iba a transmitir mundialmente un video hecho por uno? ¿Cuándo los no artistas de pantalla, que somos mayoría, íbamos a tener la posibilidad de nuestro cuarto de hora? ¿Cuándo íbamos a poder comentar acerca de un video que se pasaba en televisión? ¿Cuándo alguien iba a conocer nuestra opinión?

Ese poder lo tenemos todos en YouTube, si respetamos obviamente las normas que la red impone. Ese poder se llama libertad, algo que asusta a unos y gusta a otros, pero que se nos fue otorgada no desde la creación de las redes sino desde la creación de la humanidad. Las redes simplemente vinieron a darnos nuevas herramientas. (O)

chunter@eluniverso.com
Twitter: @conniehunterdg

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