Guau. Miau. Clik. Enter. Me gusta.
No en vano existe desde hace dos años una página llamada ‘Facebook para mascotas’, en la que los animalitos hablan en primera persona y se presentan al público incluso para buscar pareja.
Un contacto de Facebook me comparte una imagen de su perrito leyendo La Revista. Esta imagen graciosa, creativa e inspiradora me lleva a seguir las huellas que dejan los amos en las redes sociales. Descubro, en algunos casos, más fotos de gatos y perros que de niños. Por lo visto el amor por las mascotas trasciende el plano real.
Otra usuaria de Facebook me hizo notar que el día en que puso una foto de ella con su mascota tuvo más ‘me gusta’ que cuando ha puesto otras fotos en su perfil, muchas de ellas incluso con niños pequeños. Le sorprendió ver reflejada la ternura que el animal despertaba en sus contactos y que la expresaban también a través de sus comentarios.
¿Influencia norteamericana? ¿Europea? ¿Tendencia global? ¿Se puede hablar de que ahora se presta más atención a los animales que antes? ¿Tiene que ver con la forma como se conforman hoy las familias, con menos hijos o incluso sin ellos? Lanzo las preguntas y quedo sin una única respuesta. Lo cierto es que es común ver que ahora las mascotas pasan a ser consideradas las compañeras de vida de muchos y, a través de sus amos, se incorporan al mundo virtual.
No en vano existe desde hace dos años una página llamada ‘Facebook para mascotas’, en la que los animalitos hablan en primera persona y se presentan al público incluso para buscar pareja. Otras redes como Lovemascotas, Animal Social Network, Dogster, Tv Mascotas, Mascotasocial, Petmour o MyPetBum permiten crear perfiles de los animales, encontrar mascotas perdidas o poner en contacto a sus dueños. De esta manera los humanos socializan y se conectan con otras personas que comparten el mismo interés.
Instagram también tiene una faceta que expone este fenómeno. Los usuarios de esta aplicación exclusiva de consumidores de los ‘iproductos’ han demostrado una fascinación por las mascotas. Un gato dormido, una perrita coqueta que exhibe su último traje o hasta un pajarito son motivo de muchos ‘Oh, qué bello!’, ‘qué dulzura’, ‘precioso’. Esta tendencia se traslada también a videojuegos como el wii fit, en el que perros y gatos pueden tener su propio avatar y adquirir una identidad en la pantalla, aunque no puedan jugar.
Dicen los expertos en salud que los animales domésticos fortalecen el sistema inmunológico y alegran el espíritu, que son una gran terapia para niños, jóvenes y adultos, que despiertan emociones y costumbres sanas. ¿Será por eso que en internet se hace uso de fotografías de cachorros para poner frases emotivas? ‘Este es uno de los besos más sinceros que vas a recibir en toda tu vida’ acompaña a la imagen de un perro lamiendo a una niña (imagen publicada en Facebook). ¿Será por eso también que la divulgación por redes sociales de imágenes de animales agredidos o sacrificados han despertado tanta conmoción?
Los bebés provocan ternura. Las fotos del recuerdo generan curiosidad o nostalgia. Pero la imagen del animal tratado con cariño multiplica esta emoción. ¿Será tendencia o moda? Sea lo que sea, es bueno saber que aún hay sensibilidad.
