Javier Pérez: Creatividad que viaja por la web
Internet popularizó los diseños de este artista guayaquileño. Hoy, Javier Pérez ya ha sido publicado en España, Corea del Sur y ha expuesto en Sondrio (Italia).
Todo lo cuenta con cierto asombro. Y una risa nerviosa le sigue al detalle de cada uno de sus trabajos. “¡A este post le dio Like la actriz Vera Farmiga! ¡No lo podía creer!”, me dice al mostrarme las animaciones que hizo para la serie Bates Motel. “Mis ilustraciones aparecieron en Buzzfeed, en The Huffington Post, ¡se volvieron virales!, ¡fueron una locura!”, recuerda, con la misma emoción del 2013 cuando sus diseños (que mezclan dibujos con objetos reales) explotaron en internet.
Antes de esa explosión gráfica, Javier Pérez Estrella, de 32 años, también fue parte de una explosión textual en Twitter. “Esa era la época de los tuitstars”, ríe. “Creo que hasta me metieron en una lista, salí en Diners”. Entonces, todos lo conocimos solo como @cintascotch.
“El usuario nació en el colegio (Javier estudió en el International School) cuando organizaron un concurso de cuentos y de poesía. O sea que ya tiene más de 15 años”, calcula. “El requisito para participar era usar un seudónimo y yo quería uno que fuera superabsurdo, que no tuviera nada que ver conmigo, que al leerlo, las personas no dieran conmigo, que no tuviera ninguna relación con mi personalidad o mis gustos”, recuerda. “Y desde allí lo uso en todo lo que deba registrarme”, bromea.
Entonces, cuando apareció Instagram, su usuario (como ya lo puede adivinar) fue también @cintascotch. “Creé un perfil coherente a lo que quería mostrar”, explica Javier. “Sigo ciertas reglas en mi cuenta, como no subir fotos personales... la curo bastante en ese sentido. Sabía que tenía que tener un solo concepto para poder venderlo mejor. Ese sería mi portafolio”.
Gracias a esta especie de catálogo en línea, el graduado de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) ha recibido propuestas y cerrado acuerdos con revistas como Oprah, Money, National Geographic y casas editoriales de Suecia, Berlín, España y, el año pasado, Corea del Sur.
También trabaja con marcas locales. Desde 2013, Javier, junto a sus socios, dirige la agencia digital Cafeína, con oficinas en el Centro de Convenciones y que hoy suma 11 integrantes en su equipo. En 2015 también ofreció una charla Ted en el hotel Wyndham. “Me entrevistó Andrea Rendón”, sonríe.
Dibujando el mundo
“Cualquier cosa que se me atraviese lo transformo en algo más”, dice. Un racimo de bananas se convierte en manos impacientes, un alicate, en el chaleco y los pantalones de un vaquero, un champiñón entero estalla como un hongo nuclear. “Tengo cajas llenas de objetos. Empecé a utilizar todo lo que tenía en mi casa y luego me di cuenta de que tenía más ideas y empecé a ir de compras a la ferretería y al supermercado, y así iba armando más y más cosas”.
¿Qué llega primero? ¿El dibujo o el objeto?, le pregunto. Su proceso creativo funciona de las dos maneras. “Puede ser que primero vea el objeto y se me ocurre que tiene forma de algo y luego lo completo con el dibujo; o si no, tengo en la cabeza la idea de dibujar algo y empiezo a buscar el objeto que más se le aproxime”.
Además de creatividad, se requiere dedicación. Luego de graduarse de Licenciado en Producción Audiovisual, Javier decidió dejar de trabajar todo un año para enfocarse en la creación de su catálogo de ilustraciones (“me decía que en algún momento este trabajo me iba a servir”). Y aunque había ahorrado todo el año anterior, recuerda que fue una decisión difícil de tomar porque entonces compartía los gastos de su casa con su madre y hermanas. “Todo el 2013 hice puros dibujos, dibujaba, tomaba fotos y nada era pagado, era una decisión que había que tomar con cautela”, recuerda.
Expuso sus primeros trabajos en behance.net (un sitio especializado en trabajos de diseñadores y creativos) y desde allí fueron descubiertos y cargados en Colossal (thisiscolossal.com), un blog con mayor audiencia. Y entonces ocurrió el boom internacional.
Allí también lo encontró Pengüin Random House de Nueva York, que le envió algunos proyectos que luego no se publicaron. Javier admite que se deprimió mucho porque pensó que había perdido esa oportunidad, pero que luego, en 2014, lo contactó la misma casa editorial desde España para ilustrar una nueva publicación. “Me explicaron que era un libro con textos poéticos vinculados con las ilustraciones”.
El autor de esos textos es Albert Martínez López-Amor. “Nunca lo conocí”, admite Javier, “pero sí viajé a Madrid y allí conocí a mi editora”.
Ese viaje a Europa trajo también otro gran paso para Javier. Para contármelo, abre otra de las carpetas de su tableta donde almacena el registro de todo su trabajo. “Justamente en ese tiempo (septiembre del 2015) ya tenía una exposición instalada en Sondrio, una ciudad muy chiquita (a dos horas de Milán, Italia)”, explica el artista gráfico. “Ella (Déborah Grosso del grupo cibARTI) me había contactado en febrero por internet”, me cuenta, señalando a una chica sonriente en una fotografía. “Ella se encargó de todo, yo solo le envié los artes y había llenado toda la galería con mis dibujos”, ríe de la alegría. “¡Se vendió todo! Y tenían una laptop con mis animaciones en loop (repetición sin cortes), ¡estaban encantados!”.
Corea del Sur y el futuro
El éxito de su publicación en español se expandió desde el Atlántico hacia el Pacífico, porque en 2016 la editorial coreana Aboutabook lo contactó para comprar los derechos del libro e imprimirlo en ese idioma. “Yo supongo que dice lo mismo”, bromea.
A inicios del 2017, recibió también por adelantando los capítulos de la quinta temporada de la serie de suspenso y terror Bates Motel para promocionarla con sus ilustraciones. Esto es algo muy importante para Javier: solo él y una chica de Brasil fueron seleccionados como influencers de esta producción.
¿Te crees todo lo que ha pasado?, le pregunto casi al finalizar la entrevista. “Aún me parece superraro”, admite. “Pero lo importante es lo que viene, seguir haciendo las cosas, el resto pasa”.
Y ya tiene planes: le gustaría organizar un taller de stop motion y también realizar una exposición en Guayaquil. Todo ilustrado siempre a su estilo, ese es el piquete. (I)
Tengo cajas llenas de objetos. Empecé a utilizar todo lo que tenía en mi casa y luego me di cuenta de que tenía más ideas y empecé a ir de compras a la ferretería y al supermercado, y así iba armando más y más cosas”.
Javier Pérez
Sus diseños: Si quiere comprar o revisar algunas de sus creaciones puede ingresar al portal javierperez.ws/shop/