Con esos ojitos: Carlos Ponce llega a Guayaquil
El puertorriqueño Carlos Ponce visitará la ciudad este mes y ofrecerá un concierto privado en el Guayaquil Tenis Club (anexo Samborondón).
A inicios de los años noventa, Carlos Ponce aún trabajaba como mesero en Miami, pero también aparecía en televisión.
Su personaje, Willy, de la telenovela Guadalupe (junto con Adela Noriega) no era el protagonista, pero le permitió fijar su rostro en la mente de los televidentes. Esa época de su vida salta a la mente del cantante, actor y productor puertorriqueño cuando le pregunto, por vía telefónica hasta Los Ángeles, el primer momento en que se sintió famoso. “La gente me veía en la telenovela y en el restaurante”, comenta con buen humor. “Esa telenovela me llevó también a Ecuador, y fue uno de mis primeros viajes internacionales como figura pública, entre comillas”.
Carlos regresó en más ocasiones al país. En 2004 aterrizó en la capital para participar en el certamen Miss Universo; también cantó en diciembre de ese año en la Teletón en el Teatro Centro de Arte, y en febrero de 2005 se presentó en el hotel Fashion Place de Punta Carnero. En muy poco tiempo, los ojos verdes de Carlos habían hipnotizado a casi todo el continente, incluidas las ecuatorianas.
Ya no era un actor secundario. En 1996 había ganado el premio Mejor Debut de TVyNovelas por su rol protagónico en Sentimientos ajenos. Luego apareció en Beverly Hills 90210 y El séptimo cielo, dos importantes series estadounidenses, y en 1998 su disco debut, Carlos Ponce, producido por Emilio Estefan Jr. y Kike Santander, alcanzó el primer lugar de la lista Latin Billboard. Claro que entonces no había la plataforma de videos YouTube, pero de haber existido habría registrado millones de vistas de sus videos Rezo y Escúchame, pues sus fanáticas esperaban pacientemente a que aparecieran en la televisión para verlos una y otra (y otra) vez más.
“Hoy tenemos mucha comunicación a través de las redes sociales y podemos aprovechar la tecnología para estar mucho más cerca; antes teníamos que esperar la visita a ese país para conversar con la gente”, expresa el artista de 42 años, quien tiene cuatro hijos.
Con ese fin (agradecer el cariño de sus seguidores), Carlos suele utilizar el hashtag #SomosMásQueFansSomosAmigos en Twitter e Instagram, en donde comparte fotos y pensamientos. “Yo los considero mis amigos, de tantos años que estamos juntos, y porque me han acompañado en cada proyecto, y ellos lo saben”, dice.
Viene a Guayaquil
Este mes, Carlos visitará nuevamente nuestra ciudad, invitado por Sedal, para brindar un concierto privado en el Guayaquil Tenis Club (anexo Samborondón), el jueves 20 (ver recuadro de página 37 para saber cómo ganar entradas). “Llevo muchos años sin visitarlos y creo que me recibirán con el mismo cariño de siempre”, dice este talentoso músico convertido en actor (o viceversa).
Todos en su familia tienen la “venita” artística, asegura Carlos. Desde pequeños, él y sus cuatro hermanos armaban pequeñas obras de teatro y cantaban para animar a su numerosa familia. Al crecer, se sintió atraído también hacia la biología marina, pero finalmente su camino se inclinó a los escenarios y las cámaras.
“Estudié en el Conservatorio New World School of Arts en Miami e inmediatamente comencé a ganarme la vida en lo que quería”.
Aunque su rostro está vinculado a muchos personajes de pantalla, el plan original de Carlos era convertirse en cantante. Fue el destino el que le adelantó los planes. Luego de interpretar el tema central de una de las telenovelas que protagonizó en México, consiguió su primer contrato discográfico.
Diversos escenarios
¿Dónde se siente más cómodo? ¿Con público en vivo o frente a una cámara? Prefiere no escoger, ni encasillarse. Esta profesión le ofrece una diversidad de oportunidades y su intención es aprovecharlas todas.
Fiel a este principio, Carlos ha participado también en el cine. Fue la voz del contrabandista Marcel en las cintas animadas Río y Río 2 y este año aparece también en los créditos de Spy, filme protagonizado por Melissa McCarthy, Jason Statham y Jude Law, entre otros. En televisión fue parte del elenco de Cristela, serie cómica de la cadena ABC.
Pero es innegable que, para su público latino, Carlos es el galán de las telenovelas. El actor recuerda de forma especial a dos de sus personajes: Antonio Brando en Perro amor y Humberto Cano en Santa diabla. “Antonio era alguien irreverente, muy lejos de lo que es realmente Carlos Ponce (...). También me divertí bastante como Humberto, porque, en español, nunca había hecho de villano”, comenta, sin embargo, “a ambos los disfruté muchísimo”.
Carlos mantiene su entusiasmo inicial, como cuando actuaba y servía mesas esperando su gran oportunidad. Confía en que Dios pone nuevas posibilidades en su camino, frente a sus ojos verdes, aquellos que siguen provocando sonrisas en sus seguidoras. (I)
¿quieres conocerlo?
Ingresando a facebook.com/Sedal y contestando su trivia (hasta el 15 de agosto), podrá participar para ganar una velada con el actor en un restaurante de Plaza Lagos Town Center.
TC Mi Canal también seleccionará a 10 ganadoras para asistir al concierto.
Se premiarán las imágenes más creativas que se compartan en las redes sociales de este medio.
La Revista entregará 5 entradas a sus lectores para que asistan al concierto el jueves 20 de agosto y puedan verlo en vivo. El sorteo se realizará entre nuestros seguidores de Twitter. @larevista_ec