Tiempo de mensaje: Buenos deseos

Por Connie Hunter
16 de Diciembre de 2012

“El mensaje virtual no tiene excusas para llegar tarde. Salvo el caso de que lo dejemos para el preciso momento en el que las redes se colapsan. Pero a mitad de mes de diciembre, ya es posible leer alguna frase que nos pone en onda”.

Llegó la temporada de los mensajes positivos y los buenos deseos. Las redes sociales se llenan de fotografías con textos emotivos, imágenes brillantes y tiernas que buscan expresar todo lo que inspiran estas fechas mundialmente

Papá Noel y los colores rojo y verde, renos, duendes, árboles, paisajes nevados, el nacimiento, el Niño Dios, los Reyes Magos, la estrella de Belén. Todo aquello que antes veíamos en tarjetas impresas con repujados y escarcha, que nos llegaban por correo convencional en un sobre empostillado o directamente de las manos de un amigo o familiar, se ha mudado a la enredadera virtual.

Aún se ven en tiendas y supermercados tarjetas de cartulina como las de antes, y seguramente muchos las siguen enviando. Décadas atrás, tanta gratitud se sentía por haberla recibido a tiempo como por, simplemente, haberla recibido.

Recuerdo la anécdota familiar de mi abuelo que, estando de visita en casa un mes de julio, fue testigo de la llegada de su tarjeta de Navidad del año anterior. Entre risas y burlas, la leímos y constatamos que él no nos mentía cuando decía que nos había mandado un mensaje de Navidad. Los sellos en el sobre dejaban ver que este había llegado a Sudáfrica. Así, su retraso fue bien justificado.

El mensaje virtual, por el contrario, no tiene excusas para llegar tarde. Salvo el caso de que lo dejemos para el preciso momento en el que las redes se colapsan, que suele pasar. Pero a mitad de mes de diciembre, ya es posible leer por ahí alguna que otra frase que nos va poniendo en onda: el mejor regalo que te puedes encontrar bajo el árbol de Navidad es ver a toda tu familia felizmente reunida (@LogicaDeMujeres) o Adiós noviembre. Hola diciembre. Bienvenida Navidad, tú eres mi época favorita (@FrasesReales).

Unos se ponen más intensos y emotivos, otros más grinch y cuestionadores. Los más comerciales van directo al grano y ofrecen descuentos, loterías y mercadería recién llegada. No puede faltar el solidario que propone alguna actividad a sus contactos para hacer llegar la Navidad a personas más necesitadas.

Los artistas publican imágenes y mensajes propios. Una imagen que encontré cautivadora al transitar por Facebook fue la del muro de la artista Maluchi Vivar. Se trata de una angelita dormida en un paisaje de frío invierno con una estrella en el pelo. La fotografía de la ilustración contempla una mano que protege a la niña. No dice ni una palabra, aunque el mensaje puede ser muy profundo. Imágenes como esta son un regalo para los internautas, un momento de admiración a la obra y de introspección si se hace el ejercicio de buscarle un mensaje.

Sin embargo, hay quienes siguen mostrándose virtualmente más amarillos todavía. Sus fotos de muros continúan exponiendo la algarabía del triunfo de su equipo, lo que seguramente considerarán como su mejor regalo del 2012. Y con justa razón. La estrella catorce que obtuvo Barcelona este año posiblemente brillará hasta que la de Belén la opaque. Entonces sus mensajes y fotos se pondrían a tono con la época, ojalá que sin perder esa alegría. Sin necesidad de un papel ni un lápiz. Sin llegar tarde. Todo eso es posible en el mundo virtual.

chunter@eluniverso.org

Twitter: @conniehunterdg

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