Chofer y actor
Pablo Azar es protagonista de telenovelas y series en español. ¿Por qué trabaja también tras el volante?
Era una escena sacada de una telenovela emocionante, uno de esos dramas en español que presentan una traición y un romance a la vez en las pantallas televisivas de todo el mundo.
Pablo Azar, la estrella de ojos verdes de las telenovelas mexicanas, descendió de una limusina y recorrió la alfombra roja en un programa de premios aquí el año pasado en medio del habitual alboroto que rodea a las celebridades. Las cámaras destellaron. Las fanáticas gritaron. Azar, mexicano de 34 años de edad, sonrió ampliamente y entró al recinto.
Pero después del programa de premios, Azar hizo algo que su ejército de admiradoras nunca habría imaginado: se cambió de traje, subió detrás del volante de su auto y empezó su turno como chofer de Uber, un empleo del cual depende cuando está entre uno y otro empleo temporal de actuación para pagar sus cuentas. “Al principio, me avergonzaba de esto”, dijo Azar, un actor que reside en Miami y quien a menudo es reconocido por los amantes de las telenovelas aquí y en el extranjero, desde el estudio en Wynwood donde también pinta y vende su arte. “Nuestras fanáticas de Latinoamérica que ven las novelas piensan que somos millonarios y que conducimos Ferraris y vivimos en Beverly Hills”.
Pese a su devoto grupo de seguidoras en todo el mundo, Azar y muchos actores de telenovelas que graban sus programas en Miami pasan apuros para mantenerse entre un trabajo y otro. Esto no es porque trabajen para una compañía extranjera: las novelas son producidas por Telemundo, una cadena en español propiedad de NBCUniversal y con sede en Miami (Univisión, su rival, importa casi todas sus telenovelas de Televisa, una compañía mexicana).
Y no es porque Telemundo, anteriormente el que llevaba las de perder, esté financieramente en apuros: sus ratings han ascendido tanto que este verano se clasificó como la cuarta cadena más importante, y ahora rutinariamente supera a Univisión entre el codiciado grupo de espectadores de entre 18 y 49 años de edad en horario estelar durante la semana. Lo que es más, las telenovelas son un éxito para la cadena televisiva en español.
La diferencia es esta: los programas televisivos de Telemundo son producidos en español, no en inglés, lo que hace más fácil que la cadena argumente que los programas son diferentes de otros producidos en Estados Unidos. Como resultado, ha sido más fácil que Telemundo eluda la presión del sindicato de la industria televisiva, el SAG-Aftra, que está presionando a la cadena para que lleguen a un acuerdo.
De hecho, Telemundo es la única cadena grande en EE.UU. que contrata a actores profesionales, pero no produce sus programas bajo contratos sindicales. Las estrellas de Telemundo dicen que su salario generalmente no es tan alto como el de sus colegas en dramas estadounidenses.
Telemundo ha sacudido a las telenovelas al hacerlas más de moda, más atrevidas y más diversas. Sitúa algunas de ellas en ciudades como Chicago, Miami y Los Ángeles –no solo lugares en Latinoamérica– y sondea los mundos de los carteles de la droga (a estos programas les llaman narconovelas), los cruces fronterizos, las familias de inmigrantes y los imperios del transporte.
Esto ha atraído a más hombres y audiencias más jóvenes en Estados Unidos y otras partes, incluido el recién capturado capo de la droga mexicano conocido como el Chapo, Joaquín Guzmán Loera.
Pero a diferencia de los dramas estadounidenses, cuyo número de espectadores se ha desplomado en los últimos años, las telenovelas siguen siendo inmensamente populares. Y, a diferencia de los actores de los dramas estadounidenses (o la mayoría de los actores televisivos) en Estados Unidos, los actores de Telemundo en Miami, la mayoría de los cuales son residentes legales o ciudadanos de ese país, no trabajan bajo la protección sindical.
Esto significa que no tienen seguro de salud, derechos residuales por nuevas transmisiones o el considerable mercado internacional, o cobertura de accidentes ocurridos en el set, que están lejos de ser poco comunes. Tampoco hay una garantía de salario mínimo, aunque ese no tiende a ser un gran problema.
Algunos de ellos ya pertenecen a la SAG-Aftra porque han trabajado en programas en inglés. Pero una vez que pronuncian un “te quiero” en lugar de un I love you, su protección sindical –junto con los derechos residuales y el seguro de salud– sale volando por la ventana. “Es un doble estándar”, dijo Steve Sidawi, el director nacional para organización del sindicato. “Esto es fundamentalmente un tema de justicia social para nosotros”.
Algunos actores de Telemundo que trabajan en Miami están prometiendo firmar tarjetas sindicales y votar en una elección sindical si les dan la oportunidad. Dijeron que la falta de protección sindical para ellos en Miami, donde Telemundo está construyendo una gran instalación de $ 250 millones, desafía el sentido común en una industria donde el siguiente empleo siempre es un timo y los horarios pueden ser agotadores.
En una declaración, Telemundo señaló que sus actores son libres de unirse al sindicato y que el SAG-Aftra podía organizar una votación secreta para que lo hagan, un proceso establecido por el Consejo Nacional de Relaciones Laborales. “Seguimos empeñados en hacer de Telemundo un lugar grandioso para trabajar para nuestros empleados y continuamos invirtiendo en ellos para asegurar que sus salarios y condiciones de trabajo sean competitivos”, dijo Alfredo Richard, el vicepresidente de NBCUniversal Telemundo Enterprises, y añadió que la cadena había creado cientos de empleos en Miami.
Telemundo también ofrece contratos ‘exclusivos’ a algunas de sus mayores estrellas, lo cual les da beneficios más generosos y contratos a más largo plazo con la cadena. Pero Sidawi dijo que una forma mucho más rápida de avanzar sería que la compañía se reuniera con funcionarios sindicales y llegaran a un acuerdo sobre la pertenencia al sindicato. Incluso una elección requiere una negociación sobre quién sería elegible para votar ya que los actores de Telemundo vienen y van, trabajan con contratos a corto plazo y están dispersos en toda Latinoamérica y EE.UU., dijo.
Trabajar con sindicatos no es nada nuevo para los actores en español, o Telemundo. Cuando la cadena graba una telenovela en México, donde Telemundo en ocasiones va a escenarios reales, los actores están cubiertos por un sindicato de actores ahí.
Entre empleos de actuación, sin embargo, algunos de estos actores en Miami venden bienes raíces, diseñan ropa, conducen un Uber o regresan a Latinoamérica, donde las condiciones laborales son mejores. Azar dijo que es una parte de sus vidas personales que los actores rara vez divulgan; no quieren que sus fanáticos lo sepan. “No quieren que la gente vea nuestra vida real”, dijo Azar, quien ahora está trabajando en una nueva telenovela llamada La fan. “Arruina su sueño”. (E)
Al principio, me avergonzaba de esto... Nuestras fanáticas de Latinoamérica que ven las novelas piensan que somos millonarios y que conducimos Ferraris y vivimos en Beverly Hills”.
Pablo Azar,
Actor de televisión