Bosques de la Costa ofrece una vista particular

Observar la naturaleza es sinónimo de paz. Se ‘refresca’ el espíritu. En la ciudad, la urbanización Bosques de la Costa ofrece una vista particular.

Contemplar, según la Real Academia Española (RAE), significa poner la atención en algo material o espiritual. Dicen que cuando uno contempla, por ejemplo la naturaleza, el espíritu se ‘refresca’ porque se lo ‘oxigena’ con paisajes llenos de verdor.

En la ciudad, en el kilómetro 9,8 de la vía a la costa, se encuentra la urbanización Bosques de la Costa, en donde se construirán aproximadamente once torres de condominios con vista a una reserva ecológica protegida, ubicada detrás de la ciudadela Puerto Azul.

Esta urbanización está asentada en las faldas de un cerro rocoso y cuenta con ocho etapas, entre ellas Altos del Bosque, en donde estarán los condominios de varios pisos cada uno.

“Vamos a desarrollar estos condominios, e incluso casas, con vista hacia esta reserva, lo cual es único en la ciudad; ya que hasta el momento no hay nada construido que tenga esta característica”, señala Galo Roldós, gerente comercial de la urbanización.

“Esta reserva es protegida por el Ministerio del Ambiente, por lo que la vista que ofrecemos es garantía de por vida”, agrega.

Además, Roldós señala que como no se tiene desde el horizonte ninguna construcción, se genera un especial microclima en esta zona.

“Desde la reserva viene una brisa que hace un efecto espiral en el cerro, lo que genera que haya entre uno o dos grados aproximadamente menos que, por ejemplo, en el centro de Guayaquil”, indica.

Según indica su web oficial, su objetivo es ser considerada “la primera urbanización ecoamigable de Guayaquil, con una política ambiental de respeto al ecosistema”.

“De los terrenos de esta propiedad solo será urbanizado alrededor del 50% y el resto estará lleno de árboles que producen la sensación de vivir en medio de un campo”, indica el gerente comercial.

Las etapas de Bosques de la Costa poseen, en su totalidad, 850 viviendas. La primera está casi terminada y cuenta con 150 casas, algunas ya habitadas.

Mientras que la construcción de los edificios se iniciará en el último semestre de este año y las primeras edificaciones de este estilo se entregarán en enero del 2015. Los precios de los departamentos oscilarán desde los 100 mil dólares.

“Casi al término de la construcción tenemos previsto plantar un árbol frente a cada casa. Asimismo, pasará en medio de la urbanización un cauce natural de agua. Y es que queremos cumplir con nuestro cometido, hacer de esta una urbanización verde, conectada con lo natural”, finaliza Roldós.