Tragaluces: Casa iluminada

Los tragaluces ofrecen más luz natural que las ventanas y dan la impresión de que un cuarto es más amplio. ¡Evite encender los interruptores!

Una opción para aprovechar la luz natural ecuatorial es mediante el uso de tragaluces. Son espacios que proporcionan luz y ventilación a los entornos de la casa.

“En las construcciones de los cascos centrales siempre se requerían los ‘pozos de aire y luz’ por la falta de retiros (distancia entre el lindero y la fachada) laterales o como solución en los diseños de los ambientes interiores que no tenían accesos a paredes exteriores, en edificaciones de varios pisos”, explica el arquitecto Efrén Pazmiño.

Ahora los tragaluces son requeridos en viviendas o edificios, tanto por practicidad como por el resultado estético que proporcionan a los ambientes.

Para instalarlos, se realiza un agujero en el cielo raso y en el techo, que por lo general va enmarcado entre dos vigas. Esta es una acción que debe ser consultada con un experto en estructuras. Existen tragaluces en domos prefabricados de paneles de policarbonato, vidrio y acero, para los cuales se requiere una instalación hermética para evitar filtraciones y darle un buen acabado para que su presentación sea parte de la buena imagen de la obra, explica Pazmiño. “Es importante también que constituya un elemento de seguridad y no una ventana frágil fácil de violar”, advierte el profesional.

Hay tres tipos de tragaluces: de ventilación, permiten la entrada de la corriente de aire, son ideales para baños y cocinas; fijos, simplemente ofrecen luz adicional, como en segundos pisos o habitaciones que lo requieran (se recomiendan los de vidrio térmico para no atrapar tanto calor); y los tubulares, que dirigen la luz exterior a través de un tubo en sitios donde no se puedan emplear tragaluces fijos (G. Q.).