Abuela amorosa
Me interesó sobremanera este tema (‘Momentos de calidad’, octubre 13).
Soy abuela de tres nietas de 24, 15 y 14 años de edad. Mi relación con ellas fue muy cercana cuando estaban muy pequeñas.
Las jóvenes de 24 y 14 años son hijas de mi hija, que se casó a los 19 años. Era casi una necesidad estar cerca de la niña, pues era la primera nieta y dejarla a mi cuidado fue también un apoyo para mi hija que era tan joven. Compartí sus primeros juegos, sus primeras fiestas, en general, sus primeros años. El caso de la segunda hija, quien nació diez años después de la primera, fue diferente.
Mi ayuda no era indispensable, porque sus padres pudieron ayudarse con una enfermera.
Los años han pasado, ya las nietas tienen sus propios intereses, estudios, diversiones. Y es difícil reunirlas si no hay una celebración especial.
Siempre tengo yo que promover los encuentros, es decir, invitarlas, hacerles regalos y darles atenciones para atraerlas. Creo que la relación de afecto y necesidad de compartir, dejando un espacio aunque sea pequeño, debe ser mutuo, entre abuelos y nietos.
Los papás deberían de inculcarles eso a sus hijas, de eso dependerá que el día de mañana ellas tengan un comportamiento similar con sus padres.
Mi consejo es que disfruten a los nietos cuando están pequeños porque ya cuando son adolescentes, si no estamos con la tecnología o no vemos las mismas películas que ellos, no tendremos mayor tema de conversación.
Laura Gómez Serrano