Felicita a Ángela
Me permito felicitarle por la claridad y coherencia de su columna. (Columna de Ángela Marulanda, ‘¿Sexualidad o virilidad?’, mayo 14). En realidad sufrí en carne propia todo lo que usted detalla. Simplemente porque debido a mi formación no me presté para una payasada que era parte de una mentalidad atrasada que aún tiene rezagos en quienes creen que la mujer es un objeto y no un sujeto de derechos. Lamentablemente se cree que lo normal es aprovecharse de la oportunidad para luego dejarla, muchas de las veces, lastimada y ofendida en su honor. Le felicito porque al fin alguien puso los puntos sobre las íes. La mujer es madre, hermana, sobrina, ahijada, ¿y entonces estaríamos de acuerdo que alguien las perjudique?, jamás. Las relaciones sexuales son normales, pero más normal es el amor y la nobleza del ser humano que debe proyectarse. Cuando la humanidad encuentre su norte, cuando las personas mediten en el amor que Dios nos tiene. Aprenderemos a considerar a un ser que no solo es para querer sino para amar.
Eduardo