Preocupado por palabras de Laniado-Romero
Las palabras que Bernardo Laniado-Romero comparte con Leonardo Valencia en la entrevista son de preocuparse. (‘Tras las huellas de Picasso’). Que los depósitos del Museo Municipal de Guayaquil le parezcan de espanto a Laniado-Romero mete susto, pues si de algo sabe este señor es de Museología. Los dichos de Laniado-Romero (sobre el excremento de gato) merecen ser cuando menos comentados o aclarados por los personeros del museo guayaquileño.
El desarrollo de la actividad cultural en un país como Ecuador necesita la ayuda de varios actores; y si esa ayuda viene de individuos con el solo interés de elevar el nivel de lo que consumimos, enhorabuena. Hace poco vimos cómo el Municipio de Guayaquil ofrecía (u ofrece) recompensa por los autores de coloridos murales que, si bien es cierto, se pintaron en ciertos sitios privados sin autorización de sus propietarios, eso no empaña una iniciativa que busca dar vida a una ciudad gris y con escasez de áreas verdes o de espacios para la expresión artística urbana. Las expresiones artísticas deben motivarse y canalizarse en espacios adecuados para ello.
Ni en una obra de Nabokov ni en las de Dalí las amenazas de cárcel ni el excremento de gato son parte del material para apreciar la estética de las cosas. Nunca.
Francisco V. Franco
