Ser padres

Lamentablemente, pese a todos los consejos, no habrá familia perfecta. (‘Flexibles o exigentes’, agosto 6). Siempre las personalidades de los progenitores influirá en la crianza final de sus hijos. Creo que la clave está en que, cuando ya se es padre, se comience a pensar en los hijos como un bien mayor, algo más grande que uno mismo. Entonces, ese afán egoísta (que todos tenemos) pasará a un segundo plano y actuaremos siempre queriendo dar el mejor ejemplo a nuestros hijos. No importa el humor que tengamos, o cómo fue nuestro día, antes de actuar, pensaremos en qué le estamos enseñando a nuestros hijos con esta decisión.
María H.

Tuve una amiga en el colegio que creció sobreprotegida. Para sus padres, todo lo que no estuviera supervisado por ellos era malo. Y muchas veces creo que le faltó esa charla con sus padres para entender lo que nos ocurría como adolescentes. Salió con algunos chicos no tan buenos, porque claro, quizás su mamá nunca le dijo lo que una mujer merece o le enseñó a quererse a sí misma. Tuvo muchos problemas y depresión, aunque sí logró salir adelante como profesional. Ahora es doctora y ejerce su carrera, pero creo que la sobreprotección de sus padres le hizo mucho daño. Ese silencio sobre los temas tabú la lastimó y la expuso, irónicamente, a más peligros.
Daniela

Creo que muchos padres no tenemos la manera correcta para hablar con nuestros hijos. Pero si queremos hacerlo y formarlos para una vida de éxito, debemos capacitarnos y poner en práctica lo que aprendamos. Mi esposa y yo así lo hemos hecho, además de nuestras creencias y valores, también hemos consultado mucha bibliografía e intentamos ser amigos de nuestros hijos, siempre con respeto. Podemos creer que los niños deben temernos para sentir que somos sus padres, pero no es así. Si no tienen los consejos de nosotros primeros, seguramente los tendrán de la calle o de alguien que no quiere su bienestar. Nadie sabe todos los secretos de la paternidad, pero podemos esforzarnos.
César A.