Ya no odia

24 de Noviembre de 2013

Al leer este artículo recordé una época anterior de mi vida. (‘Vivir sin odio’, noviembre 17). Por muchos años viví con un gran resentimiento por la mujer que se terminó casando con mi novio de toda la vida. Luego de terminar nuestra relación, él no tardó mucho tiempo en comprometerse con esta chica, quien vivió junto con él lo que yo siempre soñé: una linda boda, formar una familia y tener hijos. Se me hizo muy difícil superarlo y pasé mucho tiempo sumida en el dolor y el odio hacia esa pareja. No entendía por qué la vida había sido tan injusta conmigo y sobre todo qué encontró él en ella para que me olvidara tan fácilmente.

Sin embargo, pronto me di cuenta de que este sentimiento me estaba consumiendo y que me impedía continuar con mi vida. Mi personalidad era amargada, triste y solitaria. No fue fácil, pero puse de mi parte para dejar esos pensamientos a un lado. Ahora estoy en paz y decidida a continuar con mi vida sin mirar atrás. Ahora sé que se debe impedir que el odio eche raíces en nuestro corazón.

Carla Loor

 

  Deja tu comentario