Entrevista con Juan Diego Flórez
El tenor lírico ligero, Juan Diego Flórez, respondió algunas preguntas, sobre su trayectoria, para La Revista. Esta noche (20:30) estará en el Teatro Sánchez Aguilar.
La Revista: ¿Cómo descubrió que poseía una voz destacada?
Juan Diego Flórez: Estoy ligado a la música y al canto desde mi niñez. Mi padre fue cantante de música peruana, intérprete sobre todo de Chabuca Granda. Nací y crecí dentro de la música.
La Revista: ¿Qué maestros e influencias musicales destacaría en su formación?
Juan Diego Flórez: En primer lugar, mi experiencia personal haciendo música en mi adolescencia. Luego la del maestro del conservatorio de Lima Andrés Santa Maria, la del Curtis Institute en Filadelfia, donde estudié por tres años, y luego Ernesto Palacio.
La Revista: ¿Qué cantantes o géneros son sus elegidos al momento de escuchar música?
Juan Diego Flórez: Me gusta escuchar géneros muy diversos, desde ópera hasta música latinoamericana o grupos como Beatles, Rolling Stones, etc.
La Revista: Se vinculó a la ópera a una edad temprana, ¿cómo creció su interés y gusto por este tipo de música?
Juan Diego Flórez: Primero, como todo joven, me acerqué al pop y al rock, luego en el conservatorio aprendí a apreciar la belleza del género lírico y la ópera. Cuando fui a Filadelfia a estudiar canto ya mi decisión estaba tomada.
La Revista: ¿Qué recuerdos tiene de su primera presentación en un escenario importante? ¿Cuándo ocurrió y en dónde fue?
Juan Diego Flórez: Mi debut en el Rossini Opera Festival de Pesaro con 'Matilde de Shabran' en 1996. No debía haber cantado esa ópera sino un pequeño rol en otra ópera, pero la cancelación del tenor en 'Matilde' a ensayos ya empezados cambió las cosas. Recuerdo también algunos meses más tarde en el Teatro alla Scala bajo la batuta del maestro Riccardo Muti, se trataba de la inauguración de la temporada 1996-1997. Diez meses antes había estado en ese teatro visitándolo como turista y me dije que en diez años cantaría allí. Pero no fueron diez años, sino diez meses.
La Revista: ¿Hay alguna otra presentación que recuerde de manera especial? ¿Por qué?
Juan Diego Flórez: Varias. Pero el bis del aria "Ah, mes amis" de La fille du régiment en la Scala fue inolvidable, más que nada por la repercusión que tuvo y que yo desconocía: se rompió un veto de 75 años, vigente desde la época de Toscanini.
La Revista: De los artistas con los que ha compartido el escenario, ¿hay alguno en especial para usted?
Juan Diego Flórez: Muchos compañeros a los que admiro y estimo. Artistas pop y de otros géneros con los que he tenido el honor de coincidir.
La Revista: ¿Cómo comparte con su esposa y sus hijos su carrera profesional?
Juan Diego Flórez: Aunque los viajes son constantes, para mí es muy importante estar todo el tiempo posible con mi familia y planificar bien mi agenda. Cantar en Viena facilita que una mi carrera a mi deseo de estar con ellos, y en ocasiones me han podido acompañar cuando he cantado en otras ciudades por periodos más largos.
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La Revista: ¿Cómo recibió los comentarios y elogios que pronunció Plácido Domingo sobre usted?
Juan Diego Flórez: Como un grandísimo honor de parte de uno de los más grandes de la lírica.
La Revista: ¿Cómo se siente ser mencionado por la crítica como el heredero del legado de Pavarotti?
Juan Diego Flórez: Es un gran honor y una gran alegría puesto que Pavarotti siempre fue mi ídolo para mí; fue el primer tenor, junto con Alfredo Kraus, que me impactó y siempre amé su voz y su modo de cantar.
La Revista: ¿De qué manera cree que su carrera ha influido a nuestras generaciones a vincularse a este tipo de música?
Juan Diego Flórez: Mediante el proyecto Sinfonía por el Perú, estamos procurando mejorar la vida de niños y jóvenes en situación de riesgo mediante el poder transformador de la música, siguiendo el modelo del maestro Abreu. Este es un compromiso muy querido.
La Revista: Luego de sus presentaciones en Ecuador, ¿cuál es su siguiente destino o proyectos?
Juan Diego Flórez: El 29 de marzo estaré en Londres en el Royal Albert Hall y así sucesivamenente cumpliendo los compromisos artísticos de mi agenda por los próximos años. (I)