Los reinos de oro se exponen en Nueva York
La muestra, que reúne también objetos de concha Spondylus, estará abierta hasta el 28 de mayo.
En la antigua América, los metales se empleaban principalmente para la creación de objetos rituales y de ajuares reales y, en menor escala, para forjar herramientas y armas o acuñar monedas.
No todo era solo brillo para los antiguos dueños de los más poderosos imperios del continente. Su gusto fue tan complejo como lo fueron sus civilizaciones y consideraban raras plumas y piedras preciosas como de gran valor y las usaban con un gran estilo.
Esa profundidad se explica en Golden Kingdoms: Luxury and Legacy in the Ancient Americas (Reinos de Oro: Lujo y Legado de la América Antigua), la exposición del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, que revela los singulares modos en que los antiguos americanos utilizaban, además del metal, otros materiales como el jade, las conchas de mar y las plumas, a menudo más preciados que el oro.
Al reunir los últimos descubrimientos arqueológicos y las mayores obras de arte de los más importantes museos de Latinoamérica, esta exposición arroja nueva luz sobre estas antiguas civilizaciones y el lugar que ocupan en la historia mundial.
La muestra se compone de más 300 objetos prestados a 52 museos de 12 países y está coorganizada por el Metropolitan Museum of Art, el J. Paul Getty Museum y el Getty Research Institute.
Esta histórica exposición de las artes suntuarias de las civilizaciones Inca, Azteca y de sus predecesores, recorre el surgimiento y florecimiento del trabajo del oro en la antigua América, desde su aparición temprana en los Andes hasta su posterior desarrollo hacia el norte, en América Central y en México.
La grandiosa teatralidad de Moctezuma efectivamente impresionó a los primeros españoles (quienes expresaron su admiración por la belleza y la destreza de su joyería y su vestimenta ceremonial), pero en esta exhibición, según mencionan medios internacionales, también salen impresionados los visitantes del siglo XXI. Tanto, que el diario The New York Times la calificó como un knock-out.
Golden Kingdoms se centra en lugares y épocas específicos con el objetivo de explorar la manera en que los materiales eran seleccionados y transformados, el significado que se les otorgaba y su rol en los rituales más importantes de aquella época.
Asimismo, los objetos se han divido en distintas salas: Para dioses y reyes: los Andes centrales, 1200 a. C.–200 d. C.; Amos del Universo: los Moche de la costa norte de Perú, 200–850 d. C.; Esplendor imperial: los Andes centrales, 850–1534 d. C.; Tierras de entremares: los Andes septentrionales y Centroamérica, 600 a. C.–1600 d. C.; Bosques de jade: Mesoamérica, 1200 a. C.–900 d. C.; El Cenote Sagrado de Chichén Itzá: Mesoamérica, 750–1521 d. C.; Reinos luminosos: Mesoamérica, 900–1521 d. C. y Para nuevos dioses y reyes: los virreinatos españoles, siglo XVI.
Elaboradas con metales preciosos y otros materiales estimados por su color y por su brillo, estas obras se destacan por el valor de sus materiales, su iconografía altamente simbólica y sus múltiples roles como expresiones de estatus social, poder político y creencias religiosas.
“El oro, transformado en objetos destinados a dioses y gobernantes, proporciona la narrativa central y la trayectoria de esta exposición, que comienza en Perú, en el sur, y termina en México, en el norte. No obstante, otros materiales como el jade, mucho más preciado por los olmecas y por los mayas, o las plumas y los textiles, por los incas y sus predecesores, eran considerados más valiosos que el oro”, menciona el sitio oficial de la exhibición. “A menudo, estas obras fueron transportadas a través de largas distancias y transmitidas de generación en generación, convirtiéndose en un medio excepcional para el intercambio de ideas entre las regiones y a través del tiempo. Las obras que constituyen esta exposición son testimonios excepcionales de la genialidad de los artistas de la antigua América”.
El católogo de la muestra, editado por Joanne Pillsbury, Timothy Potts y Kim N. Richter, recibió el Premio PROSE a la Excelencia 2018 (categoría de Exhibiciones de Arte), otorgado por la Asociación de Editores Americanos y la División de Publicaciones Académicas.
Fuentes: metmuseum.org/exhibitions, theartmarket.com, edition.cnn.com/style