Miró en su tierra

22 de Enero de 2012
  • La masía (1921-1922) perteneció a Ernest Hemingway.
  • Joan Miró
  • Una mujer observa parte del tríptico Azul, 1961.

La mayor exposición de Joan Miró se estrenó en Barcelona a finales del 2010. Las obras pertenecen a momentos claves en la vida del artista catalán. Un viaje por sus 60 años de pintura.

Más de 170 obras se exponen. Se trata de la exhibición más importante sobre Joan Miró que se ha presentado en España en los últimos veinte años y puede ser vista en la Fundación Miró tras haber recibido más de 300.000 visitantes en la Tate Modern, de Londres. La muestra pone de manifiesto el compromiso del artista con su tiempo y su país.

Los curadores comentan que se trata de “una panorámica completa” de la obra del pintor y que redescubre facetas suyas como “su compromiso o su libertad, que prevalecen sin detenerse a ningún dictado exterior”.

La exhibición ha sido titulada Joan Miró. La escalera de la evasión. Comprende pinturas, esculturas y trabajo en papel, procedentes de colecciones públicas y privadas de todo el mundo, ubicadas de forma cronológica en diferentes salas de la institución barcelonesa.

Recorrido

Miró vivió unos tiempos turbulentos y no fue inmune a sus efectos. A pesar de su instinto para alejarse de ellos, admitía que “no hay ninguna torre de marfil” y que “la escalera de la evasión” debe estar arraigada en la realidad para conducir a la creatividad.

La muestra también examina momentos claves de su trayectoria durante la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial o en su denominado “exilio interior” durante la España franquista.

El recorrido, con algunos cuadros diferentes a la exposición de Londres, se inicia con sus trabajos relacionados con la masía (casa de campo) familiar de Mont-roig, como el famoso cuadro La masía (1921-1922), que perteneció a Ernest Hemingway. También se exhibe La casa de la palmera, Huerto con asno o Retrato de Vicens Nubiola.

La secuencia de Cabeza de payés catalán (1924-1925) es otra de las que se exhiben, igual que La tierra labrada o Paisaje catalán.

En la parte central el público puede contemplar el reflejo de la Guerra Civil española en obras como la serie de Pinturas salvajes o el oscuro Naturaleza muerta del zapato viejo, de 1937.

Tras decidir exiliarse en París, Joan Miró hizo algunos encargos para el gobierno de la República como Aidez l’Espagne. Posteriormente, el estallido de la Guerra Mundial hace que trabaje en sus Constelaciones y en la Serie Barcelona, una cincuentena de litografías con personajes que incluyen ogros y monstruos, pero, especialmente, víctimas inocentes de los conflictos bélicos.

Impresiona el gran tríptico Azul, de 1961, que pintó en el luminoso y diáfano taller que le diseñó Sert, así como el tríptico Pintura mural para la celda de un solitario, de 1968.

En las últimas salas se puede percibir lo que sintió el artista ante las revueltas estudiantiles de Europa de 1968 y se refleja su carácter siempre favorable a la experimentación.

Examina los años finales de la dictadura franquista, cuando la ambición de Miró por realizar pinturas monumentales de gran impacto contemplativo –entre ellas el tríptico Azul I, II, III (1961)– se contrapone a su conciencia del poder rompedor de medios pictóricos más violentos, como el que muestran sus  Telas quemadas (1973). Otras que se destacan son el tríptico La esperanza del condenado a muerte, de 1974; o el subyugante tríptico de los Fuegos artificiales.

El especial universo de Miró, figura esencial del surrealismo y del expresionismo abstracto, redescubre en la muestra al Miró precursor e innovador arrancando con la primera década del siglo XX. Una larga serie de litografías sobre monstruos titulada Barcelona, donde el artista representa a lo largo de 50 grabados ogros bufonescos, hipersexualizados pero impotentes, que amenazan a unos seres inocentes.

La exposición podrá visitarse hasta el 18 de marzo de este año. En mayo  viajará hasta la National Gallery of Art de Washington.

 

CON TECNOLOGÍA

En el caso de Barcelona, la exposición tiene un incentivo añadido. Y es que va acompañada de un desarrollo tecnológico para hacerla accesible desde el móvil. Por ejemplo, las obras más destacadas de la muestra tienen asociado un código QR.

Para acceder a la información, solo hay que tener un teléfono inteligente con un programa de lectura de códigos QR. Enfocando el código con la cámara del móvil, el sistema presenta un artículo de la Wikipedia con información sobre la obra. Además, aparece en el idioma en que está configurado el aparato.

También se puede seguir la exposición a través de una guía multimedia que funciona a través de pantalla táctil. Allí se pueden ver estudios preparatorios de Miró, detalles ampliados de obras, fotografías, videos e incluso una animación.

Otra novedad es el lanzamiento de la aplicación gratuita para iPhone Joan Miró, con la que se geolocaliza los puntos que fueron claves en la vida del pintor.

Esta es la primera vez que se realiza un proyecto similar en el España y en Europa del Sur.

Fuentes: Agencias y www.fundaciomiro-bcn.org

  Deja tu comentario