John Fitch y su barco de vapor

31 de Agosto de 2014

Los orígenes de la navegación son milenarios. Pero fue un estadounidense quien dio un gran impulso a la comunicación sobre el agua.

Uno de los primeros modelos del barco de John Fitch en el río Delaware.

Fueron muchos los pasos antes de que se inventara el barco de vapor, siendo los fenicios y los egipcios dos de las culturas que dieron gran impulso al uso de este medio de transporte en la antigüedad. Ya en los siglos XVII y XVIII hubo varios intentos dignos de destacarse, como el del francés Denis Papin que creó, en 1698, el émbolo de vapor, una máquina que no tenía demasiada importancia práctica, pero estableció el principio vitalmente importante de que se podía utilizar el vapor para mover esa pieza hacia arriba y hacia abajo en el interior de un cilindro.

Existe un documento de 1695 en el Archivo de Simancas (España), en el cual hay constancia de una tentativa de 1543 por parte de Blasco de Garay de propulsar la galera Trinidad, de 200 toneladas de desplazamiento, por medio de seis ruedas de palas movidas mediante una máquina de vapor. Sin embargo, esta propuesta no obtuvo el apoyo financiero de la corona y quedó relegada al olvido, y hasta fines del siglo XVIII no existieron máquinas de vapor fiables y eficientes.

John Fitch (1743 – 1798).En 1698, el mecánico inglés Thomas Savery (1650-1715) construyó una máquina para bombear el agua de las minas, siendo esta la primera vez que se empleaba la presión del vapor como fuerza motriz para uso industrial. La máquina de Savery fue perfeccionada por Thomas

Newcomen (1663-1729) con su máquina atmosférica, que en 1712 estaba ya en funcionamiento, y que durante casi un siglo se empleó para achicar agua de las minas.

Época de grandes cambios

El siglo XVIII fue la época dorada de la navegación y de los nuevos ingenios. La evolución que se produjo en la ingeniería naval y las ciencias afines, y en la utilización de maquinaria durante el proceso de construcción dieron como resultado embarcaciones más avanzadas en un tiempo muchísimo menor.

Para 1769, James Watt inventaría la máquina de vapor y con ella, su aplicación a la navegación. La primera ocasión en que se utilizó el agua en su estado de ebullición para propulsar un barco fue registrada en 1786, cuando el estadounidense John Fitch (1743-1798) botó un pequeño barco al río Delaware (EE.UU.). Gracias a un diseño posterior alcanzó una velocidad de más de 10 km/h en una segunda nave de vapor que construyó en 1788. También en ese año, Isaac Briggs y William Longstreet patentaron otro barco a vapor.

El motor de vapor ponía en movimiento una serie de remos o palas unidos entre sí, situados a babor y estribor de la embarcación. Su aspecto era extraño y se parecía a una gran canoa con seis remos a cada lado, pero sin palistas. Al principio provocó las risas de los presentes, pero cuando el barco remontó el río con el mínimo esfuerzo la gente quedó atónita. En abril de 1790, Fitch presentó una versión más grande y mejorada, capaz de transportar carga y pasajeros. Reemplazó los remos por una rueda de palas central que colocó dentro del casco.

Fitch siguió perfeccionando sus modelos y a los iniciales siguieron otros, uno de ellos movido por una hélice, pero la pérdida de uno de sus barcos durante una tormenta, combinado con constantes problemas mecánicos y un respaldo financiero incierto, provocaron el fracaso de su empresa. Buscó el patrocinio del gobierno federal, así como de varios estados, e incluso viajó a Francia en busca de respaldo económico, pero no lo consiguió.

En el otoño de 1777, Fitch vendió cerveza y tabaco a los británicos, por lo que el comandante en jefe del Ejército Continental de Estados Unidos de ese entonces, George Washington, le manifestó su despreció por esa actitud. En 1796, deprimido y con mala salud, se trasladó a Kentucky, donde se quitó la vida el 2 de julio de 1798.

Mejoras

John Fitch demostró que el barco de vapor era viable, y futuros innovadores como Robert Fulton, con un mayor respaldo financiero, consiguieron popularizar ese medio de transporte.

Valiéndose de la idea de Fitch, Fulton fue quien logró explotar comercialmente el uso de los barcos a vapor. Tras ser contratado por el empresario de navegación Robert R. Livingston construyó el Clermont en 1807 -considerado el primer barco de vapor que tuvo éxito comercial en aguas estadounidenses-. La embarcación realizó un viaje de 177 kilómetros por el río Hudson, desde Nueva York hasta Albany en 32 horas, toda una proeza en ese tiempo. Así se estableció el primer servicio regular de vapor.

Para mediados del siglo XIX, en pleno apogeo de los primeros barcos de vapor movidos por grandes ruedas de paletas, ubicadas en sus costados, estas presentaban dificultades para accionarlas, por lo que fueron sustituidas por la hélice de vapor, colocada en la popa de la embarcación, cuyo invento puede atribuirse al inglés Francis Pettit Smith, que la patentó en 1835.

A lo largo de los años este sistema se fue perfeccionando y sustituyeron a los barcos de vela, representando más seguridad con respecto a la fuerza o dirección de los vientos. En 1897, Rudolf Diesel desarrolló el motor que lleva su apellido, basado en la combustión interna de otro combustible derivado del petróleo, lo cual puso fin al barco de vapor, que presentaba el inconveniente del alto consumo de carbón.

 

EL INVENTOR

Pintura que retrata un modelo más avanzado del barco a vapor construido por John

El estadounidense John Fitch nació en East Windsor, en la colonia británica de Connecticut, el 21 de enero de 1743. Su madre murió cuando tenía 4 años, y su padre lo educó de forma rígida. A los 8 años fue sacado de la escuela para trabajar en la granja familiar.

Para escapar de ese ambiente opresivo, trabajó como aprendiz de relojero y a los 21 años montó su propia tienda de bronces y platería en su ciudad natal. En 1769 abandonó a su esposa, que sufría un cuadro maniaco-depresivo, y se marchó del estado.

Durante la Guerra de la Independencia se alistó en el Ejército norteamericano.

Trabajó como topógrafo y exploró el valle del Ohio, donde se dedicó a comprar y deslindar terrenos. En uno de sus viajes posteriores fue capturado por nativos norteamericanos que lo entregaron a sus aliados británicos. Fue durante su cautiverio cuando surgió la idea de construir un barco a vapor, capaz de navegar independientemente del tiempo y la marea.

Fuentes: www.rtve.es / www.joseluistrujillorodriguez.blogspot.com

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