Milagros futboleros: Un equipo y su santo

Por Gonzalo Peltzer
29 de Diciembre de 2013

“No sabemos si el papa hace milagros, pero hay que confiar que es el que está más cerca de conseguirlos cuando los pide al Cielo. A los que no vieron el desenlace del campeonato, les aseguro que lo de San Lorenzo campeón fue un verdadero milagro”.

No me diga que no es curioso: este año, el primero de un papa argentino, salió campeón San Lorenzo y descendieron los Diablos Rojos. El Club Atlético San Lorenzo de Almagro fue fundado por un sacerdote salesiano y a sus hinchas y jugadores se los conoce como los Santos o los Cuervos, porque los curas se visten de negro.

El club tiene capilla y capellán y es el equipo del papa. Sus dirigentes y algunos de sus jugadores e integrantes del cuerpo técnico volaron a Roma a entregarle la copa el pasado 17 de diciembre, día de su 77 cumpleaños... Y ya sabe que los hinchas y jugadores del Club Atlético Independiente se llaman Diablos Rojos por su indumentaria completa del color del fuego, que parece que es lo que más abunda en el infierno. Siempre hay hinchas de Independiente disfrazados de demonios en las tribunas, pero con esos antecedentes y este papa, tendrán que empezar a llamarse los Pimientos Rojos o los Tomates de Avellaneda.

Desde que fue elegido papa el socio 88.235 de San Lorenzo –ese día salió el 8.235 en la quiniela- el equipo usa una camiseta con la aureola de santo encima del escudo que llevan en el pecho sobre el corazón. Puede ser casualidad o milagro, pero también es cierto que hay energías que empujan, como la autoestima o quizá solo las ganas de darle una alegría a Francisco y ya se ve que Marcelo Tinelli y sus muchachos las tenían.

Tinelli –el inventor de Show Match– es fanático de San Lorenzo y vicepresidente del club y si hay algo que sabe es sacarle partido a estas oportunidades. Por lo pronto todos estamos felices de que el paradigma argentino sea por fin y para siempre un hombre de Dios y no un drogadicto pendenciero y malhablado.

No sabemos si el papa hace milagros, pero hay que confiar que es el que está más cerca de conseguirlos cuando los pide al Cielo. A los que no vieron el desenlace del campeonato, les aseguro que lo de San Lorenzo campeón fue un verdadero milagro que involucró a parte del cielo y de la tierra y hasta el palo vertical derecho del arco santo, además de cuatro candidatos jugando al mismo tiempo: con cada gol cambiaba el campeón.

Igual el milagro más portentoso ocurrió hace 20 siglos en una gruta de Belén y eso es lo que celebramos todos los años el 25 de diciembre y los días que siguen. Nos felicitamos unos a otros por algo que no hicimos pero que cambió la cara de la humanidad.

Y además nos hacemos regalos aunque no sea nuestro cumpleaños sino el de Jesús. Esos regalos llegan en camello, en auto último modelo o en una motocicleta destartalada, pero a todos –creamos no creamos- nos toca alguno en Navidad gracias a una fuerza descomunal que la economía sabrá explicar. Y si no lo sabe explicar no importa: es el gran milagro de cada Navidad. ¡Felicidades y buen 2014!

gonzalopeltzer@gmail.com

 

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