El poder de la sugestión
El libro tiene 378 páginas y si usted dispone de un día libre y quiere invertirlo en leer, es posible que lo termine ese mismo día. O quizá le resten unas pocas páginas. Porque si algo destaca en El cielo ha vuelto, la novela de la escritora española Clara Sánchez, es la facilidad con que se lee. La autora opta por una narrativa ágil, sin digresiones, sin palabras difíciles. Sin grandes saltos entre pasado y presente.
Con El cielo ha vuelto Sánchez ganó el Premio Planeta 2013, el certamen literario en español que entrega la mayor suma de dinero: 601.000 euros (aproximadamente 820.000 dólares). En el 2000 obtuvo el Premio Alfaguara, por la novela Últimas noticias del paraíso. Y en el 2010, el Premio Nadal, con Lo que esconde tu nombre. De manera que Sánchez es una escritora popular, tanto por sus galardones como por sus libros.
El cielo ha vuelto es una historia con pincelazos de intriga y suspenso, aunque a la mitad del libro el lector ya supone –y acierta– quién es el villano. En este punto recuerdo las telenovelas mexicanas y venezolanas de antaño –digo de antaño porque era las que yo veía–, en las cuales casi desde el principio todos sabían quién era el malo, excepto la cándida protagonista.
Y la protagonista de la novela de Sánchez es Patricia, una exitosa modelo de pasarela, a quien todo le iba de maravilla –era joven, bella, ganaba mucho dinero y había encontrado al amor de su vida, con el cual se casó– hasta que una mujer extraña que le toca de compañera de asiento en un vuelo de Nueva Delhi a Madrid le advierte que su vida corre peligro. Que alguien quiere que ella muera.
Y a partir de entonces, la existencia de Patricia da un vuelco. Una vez en Madrid empiezan a sucederle accidentes, sucesos que podrían tener una explicación lógica, pero que ella prefiere atribuir a lo que le dijo esa mujer. Y decide buscarla para que le cuente más, para que le devele a su enemigo oculto. Así, la novela se embarca en un tono algo esotérico, matizado de sospechas. Porque en la cabeza de la protagonista ahora todos son sospechosos de querer aniquilarla: sus padres, su hermana, sus compañeros de trabajo, sus jefes. Es esta, en el fondo, una novela sobre la duda. Sobre la sospecha. Sobre la incertidumbre. Y al mismo tiempo sobre los alcances de la sugestión. ¿Una palabra puede hacer cambiar el rumbo de nuestra existencia? ¿Lo que nos dice otro –y en este caso una desconocida– puede influir tanto en nosotros?
A pesar de que no hay un gran misterio por resolver, la historia avanza y conocemos a los personajes que pueblan el entorno de la protagonista. De todos duda, menos de su esposo, Elías. La novela trata de representar, quizá, lo difícil que es vivir en el mundo de la moda, un espacio que desde lejos puede resultar encantador y glamuroso. Y a lo mejor busca mostrar también que no solo en ese mundo hay máscaras, sino en todos los ámbitos de la existencia. Y que incluso las personas más cercanas y en quien más confiamos podrían no ser sinceras.
El cielo ha vuelto es una novela dinámica. Sin embargo, no es este el libro que más aprecio de la escritora española. En el 2005, hace nueve años ya, leí de ella una novela que se llama Un millón de luces. Y al cerrar El cielo ha vuelto eché de menos a la Clara Sánchez de entonces.