El poder de la sugestión

Por Clara Medina
09 de Marzo de 2014

El libro tiene 378 páginas y si usted dispone de un día libre y quiere invertirlo en leer, es posible que lo termine  ese mismo día. O quizá  le resten  unas  pocas páginas. Porque si algo destaca en El cielo ha vuelto, la novela de la escritora española Clara Sánchez, es la facilidad con que se lee.  La autora  opta  por una narrativa  ágil, sin digresiones, sin palabras difíciles. Sin grandes saltos entre pasado y presente.

Con El cielo ha vuelto  Sánchez ganó  el Premio Planeta 2013, el certamen literario en español que entrega la mayor suma de dinero:  601.000 euros (aproximadamente  820.000 dólares). En el 2000 obtuvo el Premio Alfaguara, por la novela Últimas noticias del paraíso. Y en el 2010, el Premio Nadal, con Lo que esconde tu nombre. De manera que Sánchez es una escritora  popular, tanto por sus galardones como por sus libros.

El cielo ha vuelto es una historia con pincelazos de  intriga y suspenso, aunque a la mitad del libro el lector ya supone –y acierta– quién es el villano. En este punto recuerdo las telenovelas mexicanas y venezolanas de antaño –digo de antaño porque era las que yo veía–, en las cuales casi desde el principio todos sabían quién era el malo, excepto la cándida protagonista.

Y la protagonista de la  novela de Sánchez es Patricia, una exitosa modelo de pasarela, a quien todo le iba de maravilla  –era joven, bella, ganaba mucho  dinero y había encontrado al amor de su vida, con el cual se casó– hasta que una mujer extraña que  le toca de compañera de asiento en un vuelo  de Nueva Delhi a Madrid le advierte que su vida corre peligro. Que alguien quiere que ella muera.

Y a partir de  entonces, la existencia   de Patricia da un vuelco. Una vez en Madrid empiezan a sucederle accidentes, sucesos que podrían tener una explicación lógica, pero que ella  prefiere atribuir a lo que le dijo esa mujer. Y decide buscarla para que le cuente  más, para que le devele a su enemigo oculto. Así, la novela se embarca en un tono algo esotérico, matizado de  sospechas. Porque en la cabeza de la protagonista ahora todos son sospechosos de querer aniquilarla: sus padres, su hermana, sus compañeros de trabajo, sus jefes. Es esta, en el fondo, una novela sobre la duda. Sobre la sospecha.  Sobre la incertidumbre. Y al mismo tiempo sobre los alcances de la sugestión. ¿Una palabra puede hacer cambiar el rumbo de nuestra existencia? ¿Lo que nos dice otro –y en este caso una desconocida– puede influir  tanto en nosotros?

A pesar de que no hay un gran misterio por resolver, la historia avanza   y conocemos a los personajes que pueblan el entorno de la protagonista. De todos duda, menos de su esposo, Elías. La novela trata de representar, quizá, lo difícil que es  vivir en el mundo de la moda, un espacio que desde lejos puede resultar encantador y glamuroso.  Y  a lo mejor busca mostrar también que no solo en ese mundo hay máscaras,  sino en todos los ámbitos de la existencia. Y que incluso las personas más cercanas y en quien más confiamos podrían no ser  sinceras.

El cielo ha vuelto es una novela dinámica. Sin embargo, no es este el libro que más aprecio de  la escritora española. En el 2005, hace nueve años ya, leí de ella una novela que se llama Un millón de luces. Y   al cerrar El cielo ha vuelto eché de menos a la Clara Sánchez de entonces.

claramedina5@gmail.com

 

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