Encuentro en Lisboa
Las circunstancias que rodean la muerte violenta de grandes líderes han sido siempre fuente de gran interés tanto histórico como literario. A pesar de la distancia en el tiempo, el asesinato de Julio César es, por ejemplo, uno de los hechos que no han dejado tranquila la pluma de escritores e investigadores. El reciente libro de Barry Strauss, The death of Caesar: the Story of the History’s Most Famous Assassination (Simon & Shuster. Marzo, 2015) –que en su momento lo comentaremos en esta columna– es un testimonio de esta inagotable curiosidad por entender los entretelones y los actores del trágico final con el que, en este caso, cerró la vida del conquistador de las Galias.
En el caso de Martin Luther King poco se sabe sobre la vida de James Earl Ray, el encargado de segarle la vida al gran líder de los derechos civiles del mundo moderno. A diferencia de Lee Harvey Oswald, de quien hasta Norman Mailer le dedicó un estupendo estudio, Ray ha pasado casi inadvertido a pesar de la enorme trascendencia histórica de su víctima.
Este vacío ha venido a llenarlo de alguna forma Antonio Muñoz Molina (1956) con su interesante novela Como la sombra que se va (editorial Seix Barral, Barcelona). En ella Muñoz se concentra no tanto en la vida del asesino de King, sino en los días en que pasó en fuga luego de su crimen. Ray estuvo nada menos que en Lisboa por más de una semana tratando desesperadamente de obtener una visa para poder viajar a Angola y pasar allí el resto de sus días.
Aprovechando que el FBI levantó la reserva de los documentos relacionados con el caso de King, Muñoz ha logrado reconstruir con ese estilo muy personal e íntimo las andanzas de Ray para escapar de la justicia. Sin embargo, lo interesante de la novela es el papel protagónico que asume la ciudad de Lisboa en esta trama. En ella no solo se da cita un asesino, sino también un escritor: el joven Antonio Muñoz que viaja en 1987 a ella desde Granada en búsqueda de inspiración para escribir la que será luego su gran novela, El invierno en Lisboa. Y también está el Antonio Muñoz de hoy que trata de conectar a esos dos desconocidos, dejando al lector enredado en un escenario de intrigas y suspenso.
Muñoz es el autor de un buen número de novelas y ensayos, muchos de ellos traducidos a varios idiomas. En 2013 recibió el Premio Príncipe de Asturias. (O)