Una nueva faceta
La cena es un libro de mujeres. Lo escribió una mujer: Verónica Coello Moreira. Una mujer lo editó: María Paulina Briones, del sello editorial Cadáver Exquisito. Otra lo diseñó: Andrea Fernández, de Studio Design. Y mujeres son la mayoría de los personajes de los cuentos que integran el volumen, de 81 páginas. Aparecen unos pocos hombres en las historias. Y en la contraportada está la palabra del escritor Óscar Vela, quien dice que la autora “sorprende en su primera obra por la contundencia de los seres que habitan su ficción y por los sorpresivos desenlaces que encierran sus historias”.
Nacida en 1975 en Guayaquil, Verónica Coello es licenciada en Comunicación Social y tiene un máster en Comunicación e Identidad Corporativa. Ha trabajado en televisión (fue una de las conductoras del recordado programa musical Iguana legal en SíTV (ahora Canal Uno) y es columnista de las revistas Sambo y Hogar. Suele escribir como columnista invitada en las páginas de opinión de Diario EL UNIVERSO. También es docente de Lengua y Literatura y se inició en las letras asistiendo a talleres de lectura y escritura con la escritora Solange Rodríguez y en Casa Morada.
Ahora Verónica Coello da a conocer su primer libro de cuentos, que contiene una veintena de historias cortas, la mayoría de las cuales se abren con un epígrafe. El cuento Medidas radicales, por ejemplo, está antecedido de una frase de Virginia Woolf: “El amor es una ilusión, una historia que una construye en su mente, consciente todo el tiempo de que no es verdad, y por eso pone cuidado en no destruir la ilusión”.
Los personajes que habitan La cena fuman, leen libros y diarios de papel, conviven con la tecnología, hacen ejercicios. Trabajan. Duermen. Tienen múltiples inquietudes y preocupaciones. Unos sienten nostalgia por el paso del tiempo, por la pérdida de la juventud. Otros evocan sus vivencias de infancia, o sus amores y desamores. En unos casos, les duele la ausencia de gente querida. En otros, esa ausencia los alegra. La idea de la muerte está presente en los cuentos. Ronda en muchas de las historias.
Todos los personajes experimentan alguna pérdida. Y muestran su soledad. “Mucha gente a través de las redes, pero nadie aquí conmigo”, se dice en el cuento Visitas inesperadas. Los personajes se reprochan, asimismo, no haber tomado decisiones en el momento adecuado, por miedo o por comodidad. Y en contraparte, les queda el hastío o la búsqueda de culpables. “Creo que vuelvo a odiarte, esta vez, por dejarme ahora que estoy vieja, sabiendo que no podré volver a empezar”, dice la protagonista del cuento Hasta que la muerte nos separe. Algunos se ilusionan. Sueñan. Imaginan. Intentan ser felices.
Los cuentos, casi todos narrados en primera persona, tienen finales sorpresivos. Y sorpresivas son ciertas actitudes de los protagonistas. En algunos de los cuentos se cuela un acertado aire fantástico. La cena es un libro que se lee en una sola sesión y permite conocer a la comunicadora guayaquileña Verónica Coello en una nueva faceta. (O)
@claramedinar