Rapidez milenial
La televisión nacional y la pagada impone sus horarios estrictos y comerciales eternos. En YouTube y Netflix uno hace el menú que se desea.
¿Te acuerdas del último comercial que viste? Si eres como yo, era un aviso de YouTube, y a los cinco segundos le pegaste skip. Los mileniales estamos migrando al internet para nuestros consumos audiovisuales. Mientras la televisión nacional y la pagada nos impone sus horarios estrictos y comerciales eternos, YouTube y Netflix nos esperan con un contenido armado para nosotros.
Creo que en mucho se trata de un asunto de velocidad. Nos hemos vuelto alérgicos a esperar cualquier periodo por cualquier cosa. “Escuché que al principio es lenta”, me advierte una amiga justo antes de que empiece la función Rogue One de Star Wars. En los primeros momentos de la película vemos la situación de un rehén, un asesinato, la captura fuera de cámara de la protagonista y su rescate a manos de la rebelión. ¡Lenta! Pero pasa el triple en los diez primeros minutos que en un episodio entero de Twilight Zone de los años sesenta. Nuestra necesidad de estímulo ha cambiado, y mucho.
Trayendo ejemplos de la TV nacional, cortesía de la segunda temporada de la comedia Los hijos de Don Juan de este diciembre que pasó, estaba tan harto de la millonésima pelea entre los personajes Paco y Sammy que cuando estaban atrapados en el incendio rogaba que se quemaran en vez de reconciliarse. No es que esté mal repetir ciertas dinámicas, pero nueve de diez frases que ellos intercambiaban en sus discusiones ya las habíamos escuchado en una conversación anterior y la verdad, ni me conmovió ni me dio risa la primera vez. Supongo que escenas repetitivas como esa las usaron para llenar de más minutos el programa, en vez de recurrir a verdadero contenido. Seguramente los avances de lo que vas a ver justo después del comercial no les pareció suficiente.
En el área digital tenemos a EnchufeTV haciendo comedia con su amplia gama de cortos, la mayoría de menos de tres minutos y los más cortos llamándose microyapas. El año pasado, en junio, este canal recibe el Play de Diamante de YouTube, premio otorgado por superar los diez millones de suscriptores. Vale mencionar que las mismas ideas que lo inspiraron fueron propuestas originalmente para la televisión ecuatoriana, pero fueron rechazadas porque supuestamente nadie los vería. Este equipo es mucho más atrayente para los nuevos junkies del entretenimiento que Los hijos de Don Juan.
No es que esté proponiendo el reino de la eterna microyapa. Hay mucho valor en tomar un personaje desde el episodio uno y añadirle significado a lo largo de horas de exposición. Como cuando duele porque te mataron a tu personaje favorito de Game of Thrones (¡otra vez!). Mi historia favorita de diciembre en Los hijos de Don Juan fue la de Madame Truché y su Gringo, pero no fue porque le hayan dedicado pocos minutos totales. Fue porque cada situación en la que aparecieron fue original, entretenida y sumaba a la anterior, y por eso voy a extrañarlos cuando empiece la tercera temporada.
La clave está en recordar que tu supermaestra trama increíble debe estar hecha a punta de muchas escenas favoritas. No tienes que elegir entre diversión a corto plazo y diversión a largo plazo. Debes crear la una con la otra. (O)