Una llamada: Poco convencional
“No es la comedia musical convencional, pero es justamente eso, lo que la hace llamativa. Y es que como dice sor Bernarda, la música hace milagros”.
¿Qué ocurre cuando una adolescente fiestera con sueños de convertirse en una estrella de la música recibe la llamada de Dios? ¿Y qué pasa si este Dios se le presenta como una estrella al mejor estilo de Tony Bennett cantando canciones de Whitney Houston?
Esta premisa irreverente y hasta audaz para algunas personas es la de la película española La llamada (2017), una de las más taquilleras del país ibérico en el último año y reconocida con varias nominaciones y premios tan importantes como los Goya. Aunque no ha llegado a nuestras salas de cine, la podemos ver gracias a Netflix, que no todo son series en la plataforma.
La película es una adaptación de la obra teatral del mismo nombre de los escritores y directores Javier Calvo y Javier Ambrossi y está contada como una comedia musical. Si bien tiene algunas fallas en su ritmo, la cinta logra su propósito de entretener y sorprende con sus personajes y unos números musicales hilarantes.
Calvo y Ambrossi son parte de una nueva ola de creativos españoles, que no tienen miedo de arriesgar y experimentar con sus propuestas. Adicional a La llamada también son los creadores de la desvergonzada serie Paquita Salas, también disponible en Netflix.
Pero volvamos a la película. Todo empieza cuando María (Macarena García) y Susana (Anna Castillo), dos amigas de toda la vida, quedan castigadas en el campamento de verano de las monjas de su pueblo, luego de haberse ido de fiesta la noche anterior. Pero toda su dinámica cambia cuando a Susana se le aparece Dios cantando I will always love you de Whitney Houston. Susana, confundida, no sabe qué hacer, pero pronto encontrará su camino junto a Dios. Paralelamente, Susana y la hermana Milagros (Belén Cuesta) también encuentran su destino, mientras que la estricta hermana sor Bernarda de los Arcos (Gracia Olayo), no puede creer que una de sus pupilas haya sido elegida por Dios.
Este elenco es de lo mejor del filme, cada una saca adelante su papel con gracia y credibilidad, mención especial merece Cuesta en su interpretación de
Milagros, que aunque secundario, es el papel en el que recae el mayor peso cómico y la verdad es que no podemos evitar reír cada vez que está en pantalla. Por otro lado, las canciones que forman parte de la película son pertinentes y ayudan a que la historia avance.
La película cae un poco cuando intenta ponerse seria en algunos momentos, pero una vez que se retoma su tono cómico, sale airosa y el público realmente lo agradece.
La llamada no es la comedia musical convencional, pero es justamente eso, lo que la hace llamativa. Y es que como dice sor Bernarda, la música hace milagros. (O)