Berny Saldarriaga: El artista de las balsas
Historia de vida de Berny Saldarriaga, un pintor que venció sus tragedias enseñando y realizando su arte.
Su inspiración vive a orillas del mar de Playas. Es así porque en sus cuadros siempre están presentes las tradicionales balsas de los pescadores y además él emplea las inmensas velas de esas naves precolombinas como lienzo para plasmar en ellas escenas pictóricas: surfistas danzando sobre olas salvajes o el rostro del combativo cacique Tumbalá.
Berny Saldarriaga Yagual es el artista que hace 34 años nació en el balneario General Villamil, Playas.
Días atrás conversamos, rodeados por las balsas que con sus velas artísticamente pintadas convierten a dicho sector en una galería a cielo abierto. Como esa mañana había llovido, Berny llega caminando con cierta dificultad, pero sus palabras y evocaciones fluyen con facilidad.
Él desde niño llenaba con dibujos y caricaturas sus cuadernos escolares. “Por la casa de mi abuela vivía un señor que dibujaba y pintaba” –cuenta–, “y yo me quedaba viendo cómo trabajaba. Así nació mi amor por el arte”.
Aquel artista es Víctor Hugo Escalante, más conocido como Pili, un pintor de todo: letreros, murales y coloridos dibujos artísticos.
Cuando terminó la primaria, Berny deseaba ser pintor, su padre lo matriculó en el colegio José Plaza de Bellas Artes. Todos los días viajaba a Guayaquil. En esos años de estudiante, admiraba a sus maestros: Javier Gavilánez, su profesor de pintura, y al pintor Luis Peñaherrera, más conocido como Robin, en aquel entonces, caricaturista de Diario EL UNIVERSO con el personaje Juan Pueblo.
“Uno de los mejores retratistas de Latinoamérica, es un orgullo que mi título tenga su firma”, manifiesta.
Saldarriaga admira la obra surrealista de Salvador Dalí y el realismo mágico del ecuatoriano Gonzalo Endara Crow.
Al terminar sus estudios, regresó a Playas con su título de Bellas Artes bajo el brazo e inútilmente buscó trabajo. Tras mejores oportunidades, residió en Guayaquil, Salinas y Manta, donde pintaba y vendía sus obras.
“Siempre he creído que artista no es el que pinta, artista es el que hace de su vida un arte”, comenta.
Todo marchaba bien hasta doce años atrás cuando la tragedia marcó su vida. Jamás olvidará ese día del 2005. Tenía 22 años, una familia propia, creaba y vendía sus cuadros. Pero una tarde que manejaba su motocicleta, un carro lo atropelló y en ese accidente perdió su pie izquierdo. Desde entonces utiliza una prótesis. Pero la tragedia continuaría, en ese tiempo, perdió a su esposa y a su hija, además cuando llegó a su casa la encontró saqueada por los ladrones.
“Estaba destrozado, mi único refugio fue la pintura, he salido adelante, ahora vivo del arte y la enseñanza”, manifiesta junto a las balsas con sus velas infladas por el viento marino.
Días creativos y de enseñanza
Después de superar aquella crisis, empezó a dar clases en diversos centros educativos de Guayaquil y desde hace cuatro años es profesor de artes plásticas en el Centro Intercultural Comunitario Cacique Tumbalá del Ministerio de Cultura, aunque él pertenece al rol del Municipio de Playas. De lunes a viernes, de 08:00 a 17:00, dirige talleres a 120 alumnos divididos en tres niveles: niños, jóvenes y adultos, algunos con discapacidad intelectual, auditiva y de lenguaje.
“A algunos les he enseñado por medio de señas o interpretando sus expresiones”, cuenta. “Deseo que cuando yo no esté, ellos digan: él fue mi profesor. Para mí no es un trabajo, me pagan por hacer lo que me gusta”.
Ahora Berny es feliz como maestro.
Él también ha plasmado su arte en diversos murales del balneario. En sus cuadros siempre están presentes las casas antiguas de General Villamil, el cerro del Muerto y escenas típicas de Playas, pero desde una mirada mágica, surrealista y empleando una paleta de colores vivos.
Junto a las balsas y sus velas, con las olas reventando, yendo y viniendo, recuerda cuando visitaba ese sector de la playa y veía con desagrado los lienzos de las velas pintados con propaganda de bebidas alcohólicas. Acertadamente, el año pasado, la Prefectura creó un proyecto para pintarlas artísticamente y proporcionando las velas y la pintura.
“A algunas las pintamos con mis alumnos y ahora son una galería de arte a orillas del mar”, dice, junto a las balsas. En aquella oportunidad, él pintó a un surfista de Engabao.
“Mi intención fue promocionar turísticamente a esa playa y al surf, que es un deporte que yo practicaba, pero por mi accidente dejé de hacerlo”.
Recuerda que cuando era niño su abuelo Gabriel Yagual, en su vieja camioneta Ford, trasladaba a los pescadores y balseros antes y después de sus jornadas de pesca. Esa añoranza, repleta de imágenes y personajes, aparece en sus momentos creativos.
Este año, con sus propios recursos, decidió pintar una vela en honor al cacique Tumbalá, personaje histórico conocido como el Señor de la isla Puná, quien junto a sus descendientes fue un ejemplo de lucha contra los invasores incas y españoles.
“Para pintar a Tumbalá utilicé como modelo los rostros de los actuales pescadores de las balsas de Playas”, expresa, entre el reventar de las olas. “La vela está pintada con los colores vivos pero del ocaso, el rostro de Tumbalá es grande para que se vea desde lejos”.
El arte de Berny Saldarriaga está vivo y todos los días navega junto a los balseros de Playas en sus jornadas de pesca. (I)