Guillermo Albuja, La viva voz de Radio Cristal
Cuando Guillermo Albuja inició su carrera como locutor, en Guayaquil se comenzaba el día escuchando la radio. Combinando el desayuno con noticias, mensajes radiales y música, especialmente nacional y tropical. En el campo, la gente que despertaba más temprano, la escuchaba con un receptor a pilas, aparato que acompaña al campesino durante su jornada de siembra o pesca y es que en todas las poblaciones existían radioescuchas aguardando noticias de sus familiares que residían en Guayaquil, la gran ciudad.
En esos años recién estaban saliendo al aire los canales de televisión, obviamente no existían los teléfonos celulares, ni las redes sociales. La radio era la niña bonita del hogar: distraía e informaba. La gente estaba pegada a sus receptores como hoy a sus teléfonos de última generación.
Los mensajes radiales empezaban a emitirse desde las cuatro de la mañana hasta las once de la noche. Por dicho servicio se pagaba una suma módica.
¿Y qué decían esos mensajes radiales?, pregunto al guayaquileño Guillermo Albuja Reyes, de 69 años, y que antes de trabajar en Radio Cristal se inició en las emisoras porteñas Cóndor, América, Ondas del Pacífico e Impacto. Él, entre memorioso y leyendo unas amarillentas páginas, a manera de ejemplo, empieza a decir a viva voz una serie de mensajes:
“Atención en Los Palmares, parroquia Colimes, se llama a la familia de Ismael Vargas. Así Ismael Vargas es la familia y a Martha Burgos les comunicamos que la enferma fue operada ayer y está sin novedad. Traiga los pollos. Comunica Natividad Vargas”.
“La hora para CARR –Carlos Armando Romero Rodas– que aún no llega a la emisora. En Radio Cristal son las seis de la mañana con cuarenta y cinco minutos, faltan quince minutos para las siete”.
“¡Menor que no regresa a su hogar! Desde el día domingo 10 del presente mes no regresa a casa de sus padres la niña de 10 años llamada Sabina Jacqueline Castillo Ubilla. Sabina vestía falda de color amarillo, blusa azul, zapatillas de color negro, es morena, pelo zambo. Dar informes aquí en Radio Cristal o en el Guasmo sur, cooperativa 26 de Abril, manzana N solar 16, familia Castillo”.
“Los Priostes de Nuestro Señor de los Milagros de la parroquia San Juan, provincia del Azuay, celebran con armonía y alborozo las fiestas del 17 de septiembre. Se hace la invitación a los devotos del Señor de los Milagros. Sábado 16 habrá juegos pirotécnicos, agrupaciones musicales. ¡Y el domingo: misa en honor al Señor de los Milagros, quedan invitados los devotos!”.
‘La hora de JJ y otras
sorpresas radiales
El sueño del joven Guillermo Albuja siempre fue ser parte de Cristal, la emisora más popular de Guayaquil. Ese sueño se le hizo realidad en 1973, hace 45 años. En una ocasión Carlos Armado Romero Rodas –CARR– escuchó su voz y se presentaron. Meses después, un rayo destruyó la antena de la emisora en la que Albuja trabajaba, quedó desempleado, hasta que un día acudió a Radio Cristal, donde comenzó a locutar en calidad de prueba, y al tercer día, el 2 de febrero de 1973, lo contrataron. Esa fecha la tiene grabada en su memoria. Su tarea era locutar avisos y comunicados.
“Pero como en Cristal todos los días hay shows artísticos –evoca ahora con su alborotada y canosa cabellera-, cuando llegaba tarde o estaba enfermo un animador, CARR me decía: ‘Albuja, anda a animar’, y para mí era como si dijeran ¡pato al agua!”.
A los pocos meses de ingresar, cuando trabajaba de doce de la noche a seis de la mañana, se le ocurrió crear el programa La hora de JJ –de una a dos de la mañana–, que de entrada fue un éxito pese al horario, tanto que luego se alargó hasta las cuatro de la madrugada. En la presentación del programa Albuja expresaba: “Señoras y señores, muy buenos días, bienvenidos a La hora de JJ, aquí las canciones del Ruiseñor de América, el garganta de oro: JJ con sus canciones, así que hagan sus peticiones al teléfono 232-8875”.
Cuenta que un día CARR le preguntó: “¿Usted podría alternar con el director?”. Él le respondió que con el mayor de los gustos, y luego también se sumó Voltaire Maquilón Vera.
Cuando en julio de 1976 Julio Jaramillo regresó al Ecuador, invitado por CARR y Pancho Feraud Guzmán, esa misma noche acudió a la emisora y desde el Balcón del Pueblo cantó para miles de fanáticos. Luego JJ tuvo un show en la emisora y Albuja era el animador y también cuando lo acompañaba a presentaciones en Quevedo, Anconcito, Balzar y otras ciudades.
Otra faceta de Albuja. En su juventud escribía acrósticos y versos para conquistar muchachas, pero en Cristal ha sido el encargado de escribir las canciones para los aniversarios de la emisora, temas que fueron grabados por Mery Aráuz y Sebastián Jaramillo.
Después de tantos años, le alegra ser reconocido en las calles por la gente que lo saluda y en los buses hasta se ha salvado de ser asaltado. “Un día me saqué el reloj, pero el ladrón pasó al otro asiento y me dejó con la mano estirada”, cuenta entre risas.
Tras 45 años en Radio Cristal, el próximo año se jubilará como empleado de la empresa, cree que hay que darle paso a los nuevos valores; pero está pensando crear un programa de aficionados a la locución, para continuar con el estilo de la escuela cristalina que creó Armando Romero Rodas.
Así mismo continuará produciendo y animando Sorpresas, sonrisas y canciones, programa de cantantes profesionales que creó en 1985 y que actualmente se realiza los sábados, de tres a cuatro de la tarde. Guillermo Albuja es la voz viva de Radio Cristal. La radio es vida.