Arte contemporáneo del Ecuador: Diez años de avances

11 de Marzo de 2012
  • Historias y hazañas (de la serie Excursiones), Fernando Falconí. Acrílico sobre lienzo/2008. Interpretación del texto de Primaria, donde hay una mirada que los impulsa a indagar en la endeble conformación –desde la oficialidad– de una utopía de armonía y progreso que no halla un reflejo consecuente en la realidad (Rodolfo Kronfle).
  • Prácticas degeneradas (de la Escuela Colonial de Guayaquil), 2005. Óscar Santillán.
  • Artes No Decorativas S.A. Un metro de línea ecuatorial, 2007. En cierto modo, este objeto sería evidencia de una transubstanciación: El cuerpo concreto de lo que se presumía era un ente imaginario. En el estuche, como una humorada conceptual la extensión de esta “edición limitada”: 40’076.000 objetos seriados. (R.K)
  • Muerto en Murcia, 2002. Xavier Patiño. Otras identidades: El fenómeno de la migración, representado principalmente en sus más dramáticos aspectos. (R.K.)
  • Wir Konnen Es (sí se puede). Stills de Video, 2007. Miguel Alvear. La primera década del siglo XXI se ha caracterizado por la disolución del nacionalismo en el arte...al reconsiderar sus lazos con el país mediante otro tipo de adhesiones con la cultura local y los conflictos sociales, muchos artistas han abrazado la definición de posnacionales. (R.K.)
  • Botica (instalación), 2007. Juana Córdova. Como una alusión a aquellos saberes curativos perdidos, impostados y suplantados por otras prácticas de sanación que, si bien lucen acordes a las demandas de vértigo de la vida contemporánea, se perciben menos humanizadas y artificiales. (R.K.)
  • Runa Hairstyle, 2009. Damián Vásquez. Se habla hoy día de una cultura de la posidentidad ya que se tiene conciencia clara de los continuos procesos de descentramiento de todo referente simbólico (R.K.)
  • Un jíbaro en mi casa, 2003. Jorge Velarde. Las guerras culturales… suscitaron también contraposiciones que se articulaban en obras, y que a fin de cuentas interrogaban acerca de un constructo identitario que caracterizaría al artista o al arte “ecuatoriano”. (R.K.)
  • Twintza Mon Amour (detalle), 2005. Manuela Ribadeneira. Este conglomerado de intensidades identitarias que el imaginario Twintza desata pero lo emplaza en una plataforma con ruedas, volviéndolo un símbolo móvil de significaciones que fluctúan según las subjetividades actuales. (R.K)
  • El arrastre. Resina de poliéster, 2007. Óscar Santillán. El artista emplazó la maqueta del monumento a Alfaro en la Bahía, donde su figura deja de ser impulsada por las masas y pasa a ser arrastrada por la muchedumbre. (R.K)
Texto: Juan de Althaus G.* Fotos: Cortesía

El nuevo libro del crítico de arte Rodolfo Kronfle Chambers trae una visión prolija de las creaciones de artistas nacionales.

Historia (s) en el arte Contemporáneo del Ecuador se titula el libro de reciente aparición de Rodolfo Kronfle Chambers. No solo es un deleite leerlo, sino que ofrece al lector el “estado de la cuestión” del arte en el país, sobre todo Guayaquil. Es notable el gran esfuerzo del autor por dar  un cierto orden analítico a una producción muy disímil y plural.

Se puede afirmar que los objetos sin contexto de Marcel Duchamp en las artes gráficas, el sin sentido de James Joyce en la literatura y las tonalidades disonantes de Arnoldo Schonberg en la música, durante la primera mitad del siglo XX, cambiaron para siempre el arte, y sus efectos se notan en las tres últimas décadas en el Ecuador.

Ya no hay vanguardias artísticas que propongan un norte. Vivimos una sociedad que ha puesto en el altar a los objetos desechables, mientras los grandes ideales están resquebrajados. El artista selecciona cualquiera de estos objetos y los dignifica. También aborda cualquier fisura o grieta del pastiche de la cultura actual. Hoy el artista pulveriza las identidades e identificaciones escogiendo algo que lo sedujo, elaborando a su alrededor y plasmando un objeto diferente y
nuevo.

Kronfle muestra, en su recorrido de la obra artística, que las utopías se desbaratan y la ambigüedad reina. Determina la presencia de múltiples binarios, como el nacionalismo vs. el localismo diversificado, la bonanza con su contracara la ruina, la posmodernidad a contrapelo de la tradición, la repetición y el acontecimiento azaroso, la tensión entre la naturaleza y la cultura, el desplazamiento de los antiguos saberes perdidos por la ciencia, el patrioterismo destronado por el individualismo y el grupismo, la inclusión al lado de la segregación, la construcción y la deconstrucción, lo trágico y lo cómico.

El autor concluye al final de su análisis: “El permanente coqueteo entre lo legible y lo ilegible configuran una ambigüedad que nos debe hacer tomar conciencia de sus límites, y llevarnos a sopesar el verdadero alcance de sus efectos”. Implícitamente nos sugiere que esta será tarea de cada uno, para lo cual facilitamos al lector algunas de las imágenes de esta excelente publicación.

*Psicoanalista, historiador y editor general de publicaciones de la Universidad Casa Grande.

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