La terapista del huerto

24 de Septiembre de 2017
  • Cecilia Viteri crea huertos con fines terapéuticos y sociales.
  • Cecilia Viteri (centro) suele trabajar diariamente con niños y adultos mayores en el huerto que dirige en la urbanización La Puntilla. También organizan encuentros y charlas para motivar una comunidad más activa. Foto: Moisés Pinchevsky
  • Cecilia Viteri (centro) suele trabajar diariamente con niños y adultos mayores en el huerto que dirige en la urbanización La Puntilla. También organizan encuentros y charlas para motivar una comunidad más activa. Foto: Cortesía
Moisés Pinchevsky

La psicóloga clínica Cecilia Viteri motiva a niños, jóvenes y adultos a sentir los beneficios de la horticultura.

La horticultura es el cultivo de plantas medicinales y hortalizas para el consumo propio. Pero no solo brinda beneficios alimenticios. “La horticultura en una comunidad ayuda al desarrollo de habilidades sociales, mantiene un buen estado físico y genera un estado de confort que evita la depresión”, indica la psicóloga clínica Cecilia Viteri, quien agrega que, además, lo más importante es que esta actividad refuerza las funciones cognitivas.

¿Cuáles son esas? Algunas de las principales son la capacidad de concentrarnos, reconocer personas y objetos, orientarnos cuando nos desplazamos, recordar datos y vivencias, aprender de las experiencias, planificar actividades, comunicarnos con el lenguaje y realizar cálculos.

“Las funciones cognitivas se van deteriorando a medida que los años pasan, pero sobre todo porque dejamos de realizar ejercicios mentales”. Tal situación la motivó a establecer un huerto orgánico en la ciudadela donde reside, La Puntilla (vía a Samborondón), inicialmente como un aporte terapéutico que beneficie a sus vecinos de edad avanzada.

Pero sus propósitos se ampliaron tras una encuesta que realizó entre los residentes, quienes mostraron interés en aprender a cultivar hortalizas orgánicas para comer saludablemente y para contar con un espacio de distracción y enseñanza para los menores de edad.

Y así fue creciendo la simpatía de la comunidad hacia este huerto inaugurado el 10 de julio gracias al apoyo del Comité de La Puntilla, presidido por Luis Chonillo. Para el desarrollo del proyecto contó con la participación del psicólogo clínico Juan José Cobo. “Me gustaría que más urbanizaciones tuvieran un huerto, ya que es muy beneficioso”, dice Cecilia sobre este espacio gratuito que recibe un promedio de dos familias por día.

Además, funciona como un punto de encuentro de la comunidad, ya que organizan charlas sobre temas diversos. Han participado las psicólogas Daniela Medina (disciplina positiva) y Guadalupe Andrade (efectos de la tecnología en la crianza de los niños). También tuvieron un taller con Claudia Salem, del emprendimiento Yo Siembro, sobre horticultura para padres e hijos.

Su próxima charla será este martes 26 de septiembre, para analizar el papel actual de las abuelas en la crianza de los nietos, debido a que muchas madres laboran. La dictará la terapeuta familiar Laura María Noboa, a las 16:30, en el huerto.

Instituto de Neurociencias

La horticultura se ha utilizado como una modalidad terapéutica desde la antigüedad. Sin embargo, Cecilia sintió sus beneficios casi por casualidad.

“Estaba embarazada y empecé a cultivar productos orgánicos para mi consumo”. Su padre y su esposo son agricultores, así que tuvo facilidades técnicas para ingresar en ese mundo. “Sembrar las hortalizas me causó mucha satisfacción. Es una gran experiencia”.

En esos tiempos era estudiante de psicología clínica, por lo que al poco tiempo realizaba sus prácticas clínicas en el Instituto de Neurociencias. “Al momento de conocer a los pacientes internados me di cuenta de que muchos tenían conocimientos de agricultura, por ser personas de áreas rurales”.

Ella comenzó a investigar sobre la horticultura, y concluyó que tal conexión del medio ambiente, a través de los cultivos, podía ser empleada como terapia para mejorar la psiquis de las personas. Eso porque el contacto con el mundo vegetal suele tener una influencia positiva entre los seres humanos. Tanto así que en las grandes ciudades de los países desarrollados puede darse que los habitantes sufran un trastorno por déficit de naturaleza; es decir, síntomas de depresión y ansiedad por distanciamientos con la vegetación y áreas verdes.

Fue así como Cecilia, quien además es licenciada en comunicación social, propuso al Instituto de Neurociencias un proyecto de psicología hortícola, que consistía en instalar un huerto orgánico como terapia, lo cual fue aprobado por las autoridades y por el Municipio de Guayaquil, que apoya esa iniciativa. Hoy Cecilia lleva un año dirigiendo ese huerto del Instituto, que en cada mañana (de 08:00 a 12:00) recibe un promedio de veinte usuarios diarios, con trastornos como esquizofrenia o bipolaridad.

Esta actividad también les permite adquirir habilidades que podrían generarles recursos económicos y alimentos, lo cual resulta especialmente beneficioso para ellos, ya que sus cuadros clínicos quizás les han impedido educarse académica o técnicamente.

Los beneficios de la horticultura están disponibles para todos. “Las noticias que nos llegan sobre huracanes o violencia nos causan estrés”. Así que en lugar de estar pendientes de las redes sociales o los medios de comunicación, Cecilia considera una buena idea ocupar nuestro tiempo libre en cultivar un huerto. “Eso hace que nos despejemos de todo ese estrés que nos traen los noticiarios”, además que activa nuestros sentidos. “La persona toca, mira, huele”.

Incluso una actividad que puede lucir tan sencilla como recoger la maleza del huerto nos brinda tiempo para reflexionar con tranquilidad sobre temas importantes que, debido a la rutina o el estrés, a menudo pasamos por alto. Pero esta actividad nos ayuda a poner nuevamente los pies (y las manos) en la tierra.

Contacto: Mi Semilla (emprendimiento de Cecilia Viteri que crea los huertos), 099-448-1184, ceciliaviteri@ gmail.com, Instagram: misemilla_ec. Actividades con la comunidad en el huerto La Puntilla: de lunes a jueves, de 16:00 a 18:00, junto a la capilla de la urbanización.

La horticultura en una comunidad ayuda al desarrollo de habilidades sociales, mantiene un buen estado físico y genera un estado de confort que evita la depresión (...), pero sobre todo refuerza las funciones cognitivas”.
Cecilia Viteri

  Deja tu comentario