Literatura y los premios económicos
La escritora chilena Lina Meruane afirmó que vivir de la literatura en América Latina es “realmente una excepción”. Meruane (1970) vive desde hace 13 años en EE.UU., donde es profesora de literatura en la Universidad de Nueva York. “Los escritores latinoamericanos de mi generación viven de un trabajo o de varios trabajos y escriben en las horas extra”, dijo.
En el 2012, Meruane obtuvo el premio Sor Juana Inés de la Cruz de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, por su novela Sangre en el ojo. “El momento en que cayó el premio fue interesante porque había dos en discusión. Uno era el de Bryce Echenique, bastante controvertido por los problemas de plagio, y también se hablaba del rechazo en España de Javier Marías al Premio Nacional de Literatura”, manifestó.
Según Lina Meruane, Marías se encuentra “en un lugar y en un espacio editorial en el que se puede rechazar un premio porque es alguien que vive de la venta de sus libros. En España muchos escritores de mi generación pueden vivir de su obra literaria porque los adelantos hasta ahora han sido enormes. En América Latina eso es realmente una excepción porque que normalmente ocurre tardíamente”, aseguró.
El valor “económico y simbólico” del premio suponían un soplo de aire fresco para Meruane porque era la promesa “de salir de un mercado muy reducido como es el chileno y ser leída en otros puntos del continente, en España o, incluso, llamarle la atención a algún editor internacional. Pero esto no ha tenido hasta ahora ningún efecto en esos términos. Y una no escribe para inscribirse en mercados sino porque necesita decir lo que tiene que decir con absoluta libertad”, declaró.
“Los premios económicos vienen a suplir la necesidad material, la de permitirte comprar tiempo, pero sin las exigencias que impone la lógica masiva del mercado, y por eso he dicho que ese dinero, más que premiar al libro anterior, es una beca al libro que viene”, agregó.
Meruane señaló que se mantiene, lamentablemente, cierta conveniencia de publicar en España “no solamente porque hay más lectores” que en Chile, sino porque ese país “distribuye al resto de Latinoamérica”. Efe