Protagonistas de los Juegos Olímpicos

Los ojos del mundo estuvieron sobre el evento deportivo más importante del mundo, los Trigésimos Juegos Olímpicos de Londres 2012, que hoy llegan a su fin. Los mejores atletas del mundo compitieron en 26 deportes, abarcando 39 disciplinas en 302 pruebas. Esta vez, Ecuador llegó con 36 atletas.

La cosmopolita capital inglesa estuvo en la primera plana de las noticias. La organización, la seguridad, el clima, los deportistas y los turistas fueron los ingredientes principales de este evento olímpico que cada cuatro años repite la cita en una ciudad diferente y con distintos protagonistas.

Historia

Los Juegos Olímpicos nacen en la antigua Grecia en el 776 a.C. con la participación de los representantes de diversas ciudades estado, en una serie de competiciones atléticas disputadas cada cuatro años. Es en 1896, cuando el francés Pierre Fredy, Barón de Coubertin, inicia la moderna era de los Juegos, donde prevalece la competencia deportiva como el mejor puente para lograr el entendimiento internacional y unir a las naciones.

Siempre bajo la tutela del Comité Olímpico Internacional –financista del evento deportivo–, Londres ya fue anfitriona de los Juegos Olímpicos en 1908 y en 1948. Su designación para 2012, produjo muchas expectativas por lograr toda la infraestructura necesaria a un costo que superó su presupuesto, el resultado fue una verdadera hazaña técnica y logística.

Espíritu olímpico

Simbolizando el espíritu olímpico, la nación británica se unió más que nunca en un recorrido que llevó a la antorcha olímpica por todo el territorio británico.

En los Juegos Olímpicos de Londres 2012 la seguridad fue un tema polémico. Siempre con el temor de un ataque terrorista, el despliegue de controles de seguridad en todos los escenarios deportivos, centros de prensa y de acceso a la Villa Olímpica fue similar al de los aeropuertos. Con seguridad privada y el despliegue de más de 18.000 militares, el número de tropas superó el doble de las que fueron enviadas a combatir en Afganistán.

Más de 11.000 deportistas representando a 204 naciones de los cinco continentes participaron en los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012, y cerca de 70.000 voluntarios de todo el mundo colaboraron en guiar a los visitantes.

Las competencias se desarrollaron en algunas sedes ya construidas y principalmente en el Parque Olímpico de 200 hectáreas, diseñado sobre un antiguo emplazamiento industrial en Stratford, al este de la ciudad.
El tema principal de difusión fue la preservación de los recursos y el óptimo uso del reciclaje.

Competencias

Los atletas cada cuatro años escriben una nueva historia. Con mucha preparación, grandes sacrificios, regímenes estrictos, reglamentos definidos, siempre llega una nueva sorpresa de quién alcanza más medallas, registra un nuevo récord mundial o resulta castigado.

El nadador Michael Phelps fue la estrella del evento. El norteamericano registró el mayor número de medallas jamás logradas desde 1896 por atleta alguno. En Londres logró 4 de oro y 2 de plata, acumulando en su carrera olímpica un total de 22 medallas (18 de oro, 2 de plata y 2 de bronce).

El llamado Mejor Atleta de todos los tiempos, antes de llegar a Londres ya había dicho que se retiraría: “He podido ir a maravillosas ciudades en mis viajes y no he podido verlas. Veo el hotel y el jardín, eso es todo. Después de estos Juegos, voy a ir y a hacer lo que quiera hacer”.

El ciclista Bradley Wiggins, del Reino Unido, ganador del Tour de Francia, durante los Juegos alcanzó un total de siete medallas y es considerado el atleta olímpico británico más exitoso y el deportista más admirado.

Sanciones

En las sanciones, esta vez el turno le llegó a Grecia, China, Indonesia y Corea del Sur. La triple saltadora griega Voula Papachristou fue expulsada de participar en los Juegos por su comentario en Twitter: “Con tantos africanos en Grecia, al menos en el oeste del Nilo los mosquitos van a comer la comida hecha en casa”. Sus declaraciones fueron consideradas contrarias a los valores del olimpismo y ella quedó fuera de competencia.

El futuro del bádminton como deporte olímpico queda en duda. Durante las competencias, ocho jugadoras de Corea del Sur, Indonesia y China, incluyendo a las campeonas mundiales Yu Yang y Wang Xiaoli, fueron descalificadas cuando deliberadamente intentaron perder partidos para facilitar su ubicación en la siguiente ronda de cuartos de final.

El árbitro advirtió a las jugadoras y al final todas fueron expulsadas por “no esforzarse para ganar un partido” y por “comportarse en una forma claramente abusiva y perjudicial para el deporte”. Después llegó la disculpa de la Federación Mundial de Bádminton, sin trascendencia alguna, la sanción ya estaba consumada.

La diversión

La Villa Olímpica, con más de 2.800 apartamentos en un conjunto de altos edificios, es muy similar a una pequeña ciudad. Con restaurante abierto las 24 horas, centro médico y de cultos, gimnasio y áreas verdes, fue la residencia de la mayoría de los atletas.

Ahí las reglas de conducta son muy estrictas, sin embargo, cada cuatro años se incrementa la cifra de profilácticos repartidos y es un secreto a voces que después que terminan las competencias y se apagan las luces, muchos se divierten.

Los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia honraban a Zeus, rey de los dioses y supervisor del universo, y Afrodita, la diosa del amor, la belleza, la sexualidad y la reproducción. En la actualidad, de puertas para adentro, los atletas comparten fiestas y relaciones sexuales.

Hope Solo, portera de la selección de fútbol estadounidense, confirmó aquel gusto de los deportistas por el sexo. “He visto gente teniendo relaciones sexuales en público, en el césped, entre los edificios. Todos quieren tener recuerdos olímpicos, ya sean sexuales, en las fiestas o en las competiciones”, explicó la jugadora en la revista ESPN, de julio.

“La parte estúpida de todo eso es que hay un montón de parejas gays en el equipo olímpico que duermen en la misma habitación, de forma que está claro que a nosotros se nos discrimina por ser heterosexuales”, declaró el tirador australiano Rusell Mark al Daily Mail, después de que no le permitieron dormir con su esposa Lauryn en la Villa Olímpica.

La sorpresa

El clima durante las competencias jugó un papel muy importante, las temperaturas oscilaron entre los 15 y los 30 grados centígrados y las lluvias esporádicas iban y venían.

Conseguir boletos fue un dolor de cabeza para la mayoría, mientras se decía que todo estaba agotado, y la reventa estaba muy controlada, el mundo pudo ver por televisión cómo varias plazas  quedaban vacías en muchos de los escenarios deportivos.

Con tantas advertencias de caos en el transporte y una planificación muy vigilada por el alcalde de la ciudad, Boris Johnson, muchos londinenses prefirieron irse y los turistas no atraídos por el evento deportivo dejaron a los hoteles, tiendas y atractivos turísticos con pérdida de ganancias por la poca concurrencia.

Mientras que Tony Blair, ex primer ministro, está satisfecho de cómo Londres se preparó para ser anfitriona de los Juegos Olímpicos, el actual gobierno británico se niega a rebajar la predicción del actual premier  David Cameron de que los Juegos proporcionarán un aumento de 13 mil millones de libras esterlinas (más de 20 mil millones de dólares) para la economía del Reino Unido.

Jeremy Hunt, secretario de Estado de Cultura, Juegos Olímpicos, Medios y Deporte británico, impulsó una gran campaña de marketing turístico. Al tiempo que concluyó: “Tengan una visión grande en esto, lo que los Juegos Olímpicos están haciendo es consolidar la reputación de Londres como una de las grandes ciudades, así como Barcelona y Sídney también lo hicieron”.