Padres conectados
Más Guías de Compras
Tecnológicos, deportistas y primerizos son algunos padres de esta nueva era. Presentamos estos tres temas de interés y una pequeña guía de regalos para ellos.
Nueva era o mundo globalizado son dos términos que en la actualidad se manejan a diario porque estamos conectados con los avances tecnológicos en el área de las comunicaciones y transacciones comerciales.
Astrológicamente, según Gonzalo Arcos, instructor de yoga del Centro Integral Ollantay, estamos viviendo en la era de Acuario (aire o conocimiento), que empezó con el surgimiento del desarrollo de la aviación y las comunicaciones: teléfonos, computadoras, internet, cables o antenas, entre otros.
Esta era también está asociada con el cambio de conciencia del ser humano. Por eso, agrega, todo padre debe estar a la par de conocimientos con sus hijos, es decir, siempre aprendiendo, estudiando e investigando para poder entenderlos y ayudarlos.
También, dice la psicóloga clínica Romy Albuja, gracias al desarrollo tecnológico algunos padres también se están conectando con sus hijos, mediante videojuegos e incluso, en algunos casos, pasan largas horas compitiendo juntos.
Pero esta conexión también se está dando a través del aprendizaje de nuevas carreras o proyectos, como ser chefs, por ejemplo, para poder ejercerlos desde la propia casa o como negocio familiar.
Para ellos, agrega, la más importante de las ganancias y el mayor logro con este tipo de evolución tecnológica es conseguir lo que siempre han querido: caminar junto con sus hijos y estar allí en el momento en que lleguen a necesitarlos, porque son los mejores y los más adecuados guías y orientadores.
Johnny Piguave, 50 años
Ahora compra por internet
Él es de esos padres cincuentones que quieren estar actualizados. Asegura que aunque siempre ha manejado una computadora por su trabajo como diseñador gráfico en una empresa de turismo, siempre le ha interesado aprender algo nuevo, como –¡desde hace un mes!– hacer compras por internet.
Se decidió cuando vio que un amigo en el trabajo, con solo hacer un clic y tener una tarjeta de crédito, podía adquirir productos desde el extranjero. Así que le pidió que lo ayudara a ingresar a ese mundo virtual.
“Ya aprendí a distinguir qué páginas por internet son seguras, compré mi propia casilla de correo internacional e hice mi primer pedido: una recopilación de la serie The Beverly Hillbillies (conocida en Ecuador como ‘Los Beverly Ricos’) que me llegó en dos semanas”.
Sin embargo, el principal propósito tecnológico de Johnny no es comprar ropa, perfumes o películas. Él quiere ayudar a sus hijos Jazmín (29), Geraldine (23) y Jair (20) a tener una oficina de diseño. “Jazmín es tecnóloga en diseño y Jair está estudiando comunicación multimedia, por lo tanto es muy importante involucrarme con todos los avances de la tecnología”.
También quiere ser un ejemplo para su nieta Nahomi, de 1 año 2 meses (hija de Jazmín). “Cuando ella crezca no podrá decir que su abuelito no está en nada, sino que me mantengo conectado con las tendencias”.
Aldo Pincay, 41 años
Un amor de Alto Rendimiento
Con entusiasmo dice considerarse un papá moderno y muy cercano a sus tres hijas: Elizabeth (19), Alisa (18) y Adriana (10).
En sus ratos libres le encanta investigar por internet (dice que Google es la mejor enciclopedia) y sintonizar National Geographic Channel y Discovery Channel.
“Soy autodidacta. Toda la vida me ha encantado leer”, indica este hombre que, sin embargo, no logró finalizar la carrera de Economía porque desde muy joven se dedicó a trabajar y a mantener a su familia.
Por eso ahora dice estar feliz de haberse presentado a la prueba de aptitud de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), que le permitió integrar el Grupo de Alto Rendimiento (GAR) por haber alcanzado 950 puntos sobre 1.000.
Eso significa que Aldo quedó entre los mejores estudiantes del país y se ganó una beca universitaria para estudiar en el extranjero.
Tan destacado rendimiento se debe, en parte, a que siempre le ha gustado estar involucrado en los deberes de sus hijas. “Cuando no dominaban alguna materia, yo investigaba para ayudarlas”, señala.
Esto le permitiría estudiar Ingeniería en Seguridad, ya que labora como jefe de operaciones de una empresa de seguridad.
Sin embargo, dice que aunque sus hijas y su esposa, Jenny Arcos, están felices por su logro, también sienten tristeza porque de acceder a tal posibilidad él debería distanciarse por un tiempo.
“Si bien la tecnología me ayudaría mucho a estar comunicado con ellas, esta no reemplaza el abrazo que les doy en las mañanas ni el beso de buenas noches”, asegura.
Por último, Aldo sugiere a sus hijas y a toda la juventud prepararse, estudiar, levantarse si llegan a caer e insistir hasta cumplir sus sueños.