Abogada del confort
La encontré caminando hacia un grupo de rezo. ¡Vaya milagro! Porque estaba a tres cuadras de mi casa y con el tiempo del cierre que se me venía encima. Muuuuuuuy querida, muy directa y muy orgullosa del ¡producto ecuatoriano!
¿Qué onda con su facha?
Me parece de lo más cómoda.
¡Es superchévere!
Me alegro, porque no sé si a todo el mundo le agrade, pero es cómodo y algo nuestro.
¿En serio?
Sí, lo compré en el mercado artesanal.
Pensé que era algo más como de la India…
No, no… ¡es nuestro!
¿Qué fue lo que le gustó? ¿Los patrones o los colores?
Eso y la comodidad. Te lo pones así nomás y ¡ya!
¿A la carrera?
¡Exactamente!
Es como ponerse zapatillas.
¡Exactamente! Vestido y al mismo tiempo cómodo. Estás todo el día trabajando con un saco y un pantalón... ¡uff!
¿Va a los tribunales vestida así?
¡Así no! Tengo que ir en otra ropa.
¿Es una facha más casera?
¡Así es!
¡Qué envidia! Mi jean y camisa me están matando.
Sí, el jean en esta época de calor es terrible.
