Luz y Ozzy
Para no perder la costumbre de gente con sus mascotas, el día de hoy tenemos a Ana Luz y Ozzy. Ella habla bajito y pausado, y Ozzy no habla. Se los juro. Ella es colorada colorada y Ozzy, morocho morocho.
¿Qué onda con tu facha?
Es cómoda, fresca.
¿Vestida muy pacha-mamiento?
Sí. Es bien práctico, tiene muchas formas de usarlo.
Tiene camellos, elefantes y no sé qué más.
Lo compré por internet.
¿Sabes de dónde te lo enviaron?
Me parece que el estampado... no sé si era de la India o de China. Pero era de Asia.
Hablando de estampados, la cara la tienes superestampada.
¿Mis pecas?
Por supuesto. Una dálmata rubia.
Ir mucho a la playa de chiquita me sacó bastantes pecas.
Tienes como para regalar. ¿Solo en la cara? ¿Y en los hombros?
No, me encantaría.
Muérete de envidia, yo sí tengo.
¿Y esas sandalias? Pareces una diosa griega o que te vas con Josué a tumbar las murallas de Jericó.
Sí, se las robé a una diosa en un museo. Pero en serio, ¿te parece así mi facha? Pero bueno, es cómodo, y además me gustan los tonos neutros.
¿Por eso tienes a tu perro de color neutro?
Sí.
¿Cómo se llama?
Ozzy.
¿O-doble z-y?
Sí.
¡Qué grande! ¿También se come murciélagos?
Si le doy, capaz que sí.
Se lo ve tranquilo.
Es supertranquilo. Dentro de casa, pero afuera se pone juguetón. Explorar, correr, jugar, como cualquier perro.
¿Muerde?
Solo si te agarra cariño.
O sea, es amor pastuso: “Entre más te quiero, más te muerdo”.
De hecho, tengo un moradito en el brazo. Es el amor de Ozzy. (I)
¿Qué le parece esta facha? Coméntenos