Mango - Go

15 de Diciembre de 2013
Texto y foto: Mauricio torres / mt@mauricio-torres.com

A las orillas del Tomebamba está Mango con su hijo de seis meses. Tímida, relajada y con mucha buena onda, me cuenta un poco de sus muchos tatuajes y de lo que piensa enseñarle al niño cuando ya no sea un guagua.

¿Qué onda con tu facha?

¿Qué onda? Pfff, ¡nada! Es lo que quería ponerme hoy día.

¿Esos pantalones, perdón, leggins, floreados?

¡Me gustan las flores! ¡Soy una flor!

¿Como los tatuajes del brazo derecho? ¿Cómo así te tatuaste casi toda la manga?

Comencé con una flor, y como me encantan, me hice otra y otra y otra. ¡Me gusta la tinta! Me pinté todo el brazo.

¿Algún día vas a parar o vas a ir por la segunda manga también?

Sí, en algún momento. Ya me estoy cansando un poco.

¿A tu hijo lo vas a tatuar?

¡Yo no! Tatuines nomás. Pero si él quiere, que se tatúe.

¿Este tatuaje del otro brazo?

Iba a ser una manga geométrica, pero ya no… ¡cambié de opinión! Me dejo ese brazo así como está.

¿Cuántos tienes?

Más de veinte.

¿Cuánta plata habrás invertido en eso?

Quizás más de unos tres mil.

¿Cómo así por aquí por el Tomebamba?

Estoy sacando a pasear a mi guagua un domingo.

¿Qué edad tiene?

¡Seis meses!

¿Cómo se llama?

Luca Bruno.

Como artista, ¿a qué te dedicas?

Origami. Doblo papel. Hago talleres, vendo cosas. También hago grafitis.

¡En Guayaquil están prohibidos! Te meten a la cárcel.

¡Sí he escuchado! Aunque ahora ya no tanto porque me dedico más a mi guagua.

¿Le vas a enseñar a hacer grafitis también?

¡Claro! ¡Con marcadores! Primero que practique en su cuarto.

La única vez que hice eso de pequeño casi me matan, y le eché la culpa a mi hermano menor. ¿Un futuro Banksy?

Puede ser. ¡Todo va a ser!

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