Me llamo Lola
Lola es firme en sus convicciones y abraza su locura con los brazos bien abiertos. ¡Qué bien! Hace falta encontrarse con gente así más seguido. Sobre todo cuando vas a un desfile de modas y ves más atrevimiento fuera de las pasarelas.
¡¿Diseñadora de modas?! No pareces, ¡quién diría! ¡No lo vi venir!
(Risas) Sí...
¿Qué onda con tu facha?
¡No sé! Me vestí así, de la nada. Se me viene a la mente algo loco, supervanguardista, un poco de glam también.
¡Chévere! Converse morados, camisa verde, falda a rayas, pelo.... mmm... amarillo pollito. ¿Y ese collar en el cuello?
Esteeeeeeeee... ¡Me lo regaló mi mamá! Yo hago mi ropa, y nada compro en realidad.
¿Reciclas?
¡Claro! Algo pasa de moda y con la misma ropa hago algo nuevo.
O sea, una camisa de aquí a cinco años termina hecha bikini.
¡Podría ser!
¿Qué haces por acá?
Vine a ver el desfile y también las fotos que hicieron de los mejores outfits. ¡Es en el segundo piso! Ahí estoy yo en una de esas fotos.
¿Outfit diseñado por ti o el look es el pelo pollito?
¡Noooo! (Risas) Ese outfit es todo lo que yo hice. Una camiseta de mi hermano, quien me dice: “Toma, ya está rota”.
¿Es de mi talla? ¡Camisetas rotas! ¡Yo quieroooooo!
No, él es flaquito.
Ehhh... Yo soy flaquito. ¿Él es bajito acaso?
¡Sí!
¿Toda tu familia colabora?
¡Totalmente! Desde chica.
¿Consideran que son tus locuras o cosas completamente sensatas y normales?
¡Yo soy loca!
Está bien. Si me decías que eran sensatas y normales, te pegaba.
No, completamente loca. Dentro de mi familia y también con mis amigos.
¿El diseño más orate que hayas hecho? Casi que en retrospectiva digas: ups, ¡me pasé de la raya!
¡No! Ninguuuuuuno. Eso debe ser para mí, pasarme de la raya.
Por eso me has caído bien en los dos minutos cuarenta que va de entrevista.
¿Qué le parece esta facha?
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