Una fan de Quevedo (el escritor)

Con tonos complementarios como el azul (overol minion bleu, que es el último grito de la moda en París) y amarillo (casi mostaza safari), y su piel morocha con camiseta blanca, Fiorella se pasea por las calles de Guayaquil, en shorts, como lo hace en su nativa Esmeraldas, quejándose de todos esos morbosos que parecen no haber tenido madre. Ah, y por su pasión a la lectura, es fan de Francisco de Quevedo.

¿Qué onda con tu facha?
La verdad me gusta usar un estilo no formal ni tan informal. Una mezcla.

Punto medio, ni para ti ni para mí. Tus zapatos mostaza con el short azul se ven bien. Aunque pareces niña chiquita con el short.
Es de las pocas veces que he venido con algo corto. Generalmente vengo con algo largo.

¿Por qué? ¡Estamos en Guayaquil!
Gritan muchas cosas en la calle.

¿Quiénes?
Los hombres.

¿Qué te gritan?
Mamacita.

Grrr, y tú, ¿qué respondes a ellos?
Nada, solo sigo de largo.

¿Todos los días te pasa lo mismo?
Sí.

¿Y hoy qué pasó? ¿Te levantaste con ganas de que te griten?
Me tocó clases temprano, a esa hora hay poca gente en la calle.

Buena estrategia para evitar a los morbosos. Pero hay que educar a la gente de poquito en poquito. ¡Estudias literatura! ¿Qué quieres hacer con tu carrera?
Me gustaría escribir novelas.

¿Qué tipo de novelas?
De todo tipo de género. Pero en especial de romance.

Cuidado terminas escribiendo telenovelas.
No, ¡eso no!

Son todas iguales. La niña pobre con el tipo millonario y na na na. ¿Alguna vez has inventado algún personaje?
Tengo escritos, pero en esa época era muy pequeña. Leyéndolos ahora me avergüenzan.

Yo también veo las fotos de hace diez años y me avergüenzo. Hasta las de la publicaciones pasadas.
Creo que las voy a editar.

¡Bien! (I)

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