Pastel. . La idea es llevar capas de prendas en tonos pálidos de amarillo, morado, verde, rosado, sin miedo.
Chicas plásticas. El plástico transparente será el mayor protagonista de moda. A usarse en sobretodos, botas y hasta vestidos.
Mini, pero shorts. En contraparte a la falda lápiz, que rueda hasta la rodilla, llegan los minishorts para todo el día, todos los días. Con corte sastre, tipo bermudas y hasta ajustados, como los de ciclista.
Atrincherados. El abrigo trinchera es el clásico de los clásicos. Aunque no es una pieza obligada para nuestro clima, su patrón se ha actualizado en diversos textiles y detalles para usarla a gusto.
Transparencias estáticas. La vestimenta transparente no desaparece en el 2018. Una variedad de tul y seda translúcida se imponen para la noche.
Retexturizados. Esta temporada, los diseñadores también acordaron que el vestuario ‘salte’ del cuerpo. Por eso habrámás accesorios y vestimenta con volados, plumas, flequillos, lunares y más, unos sobre otros.
Vestidoenagua. Esta pieza inspirada en la lencería ha estado en las perchas desde hace años. Vuelve muy adornada con cristales, mosaicos, tul, lentejuelas. Quedan muy bien con sandalias de tiras.
Jeans más oscuros. Las prendas de denim se oscurecen, para una apariencia muy lustrada. Que no parezca desenfadada, sino refinada.
Bloques de color. Otra corriente que se mantiene. Para lograr este efecto con mucha confianza, escoger colores primarios o los más fuertes de la paleta.
Inspiración cincuentera. Otra prenda destacada es la falda lápiz. Una pieza que ahorraba tela ahora ahora disfruta un resurgimiento fabuloso.
Las corrientes de este año invitan a lucirse en vestuarios muy alegres y audaces.