¡Lista para llevar!

23 de Febrero de 2014
  • El cuadrillé siempre presente en temporada de casino invierno, propuesta de Polo.
  • Los vestidos que remarcan la silueta, un clásico de Carolina Herrera, con motivos orientales.
  • Estampas geométricas que contrastan en un fondo negro, como propuesta de Custo Barcelona.
  • El color rojo siempre acompaña la pasarela de Carolina Herrera.
  • Vestidos vaporosos y cinturones anchos para definir cintura, una pasarela ultrafemenina la del diseñador Michael Kors.
  • Traje sastre bicolor, como opción para la moda masculina de invierno, por Custo Barcelona.
Ana María Maya especial para La Revista

Se develaron las pasarelas del New York Fashion Week, primer dictado de tendencias en la categoría del ready to wear para el 2014 en la moda internacional.

Nueva York, en medio de bajas temperaturas y miles de vuelos cancelados, no se resistió al estricto cumplimiento del calendario de la moda, y se encargó de encender a todos con sus diversas propuestas que llegan de todas partes del mundo, a través de las casas más importantes de la industria.

Las marcas, cada una en su estilo, pusieron en alto lo más relevante para utilizar en la próxima temporada de otoño/invierno. De lo más destacado en tendencias, tomó la batuta el color negro por excelencia. Y es que a diferencia de otros años, donde se ha tratado de integrar una amplia gama de colores y estampas que aporten calidez al frío invierno, en esta ocasión la moda finalmente le cedió el lugar al clásico neutro.

Otro llamativo regreso fue el de los zapatos suecos. Aquellos que causaron furor en los 90 regresan para presentarse en distintos formatos, que van desde el stiletto sueco, hasta el deportivo sueco. También vale rescatar un ítem que se ha posicionado en el invierno; se trata del cuadrillé, que dejó de ser un exclusivo de las faldas escocesas y se trasladó a prendas oversized, tales como abrigos y blusones, así como a los accesorios de rigor en el invierno como lo son las bufandas, guantes y boinas.

La aclamada Carolina Herrera, ícono de la mujer clásica, plasmó una colección que incluyó una de estas tendencias. Es así como el oversized se vio en las primeras pasadas, donde las modelos lucían hombros amplios y un tanto caídos gracias a las mangas sin estructura de las prendas. No obstante, al final del desfile y como para no dejar con las ganas a sus seguidoras, se presentó una serie de vestidos que parecían envolver la silueta femenina, en tonos como el rojo, azul Francia, blanco y negro, mucho más familiares para la marca de la venezolana.

Marc by Marc Jacobs, una de las líneas del diseñador, que está a cargo de Luella Bartley y Katie Hillier en el área creativa, quiso seguir casi de manera literal la tendencia sport que se vio inclusive en los desfiles de Alta Costura hace unas semanas en París. Estampas que hacen alusión a competencias automovilísticas, combinadas con abrigos enormes que se atan con amplios cinturones, resaltaron en medio de la pasarela, que además impuso el uso de zapatos deportivos y bolsos de cuero en colores intensos para acompañar conjuntos formales de vestir. Por otro lado, la firma del diseñador presentó trajes minimalistas casi al extremo, en una gama de tonos pasteles y claros, que marcaban una silueta rectilínea y con aire deportivo, pero más relajado.

Diesel Black Gold que tiene al cuero como protagonista de su firma, incluyó además de pantalones, una serie de vestidos con aire dramático y muy rocker, blusas de tipología corsé y chaquetas y faldas con juego de texturas. Mientras que DKNY se dedicó por completo a los looks deportivos y sobrecargados.

Por otro lado y casi opuesto a muchas de las colecciones vistas, la sastrería masculina se reinventó para acoplarse a la silueta femenina bajo la firma de Hugo Boss. Trajes totalmente clásicos en algunos casos, y otros vestidos que seguían la misma línea sastre en tonos negro y gris, junto con bloques de colores claros para desestructurar las líneas opacas y serias de la indumentaria masculina en esencia.

Otra de las colecciones más esperadas, y que viene atinando con éxito en las últimas presentaciones, ha sido Michael Kors. Vestidos con mucha asimetría pero ceñidos con cinturones para amoldar la silueta, transparencias, volados, tejidos y pieles fueron los componentes de una pasarela que se convertirá en una de las más replicadas a la hora de vestir.

A la par de esta especie de fusión de géneros en la indumentaria, se vio en la mayoría de las pasarelas un estilismo muy despojado y simple. Las modelos destacaban un aire casi tosco y descuidado para complementar las tendencias de la moda que lucían. Los tonos nude en maquillaje colmaron la mayor parte de las colecciones y en cuanto al cabello hubo dos extremos, por un lado looks despeinados casi al estilo grunge, y por el otro, el uso excesivo de gel para aplacar los cabellos logrando un peinado casi masculino.

Similitudes y contrastes se vieron en más de cien pasarelas presentadas durante ocho días intensos, pese a las bajas temperaturas.

Pese a las bajas temperaturas en Nueva York, la cita con la moda no se pospuso y cumplió su meta de presentar con precisión la amplia oferta de tendencias que se usarán en los siguientes meses.

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