Misticismo y moda
Las prendas que se eligen día a día pueden transmitir un mensaje. Pero ¿qué es lo que comunican? Una historia, una esencia o un misterio por develar.
La moda y lo místico se fusionan en estos tiempos y hay diseñadoras interesadas en crear un lenguaje que traspase la simple confección de prendas y tendencias.
Romina Brunelli, diseñadora argentina, es una fiel creyente de esta impronta. Desde su atelier cuenta la necesidad de “vestir almas” y no solo generar un estilo de moda.
Es sutil, encantadora y mística en su discurso, algo que la identifica en sus colecciones. “En mi universo, mis vestidos son portales que nos llevan de vuelta a casa. Nos invitan a viajar, nos transportan y nos conectan con otras vidas, historias y épocas”. Tal como lo haría cualquiera en un momento de su vida, ella se planteó algunas preguntas existenciales, que la llevaron a usar al diseño como herramienta clave para responderlas.
“Lo místico y espiritual siempre formó parte de mi vida, pero la moda también, y eso me producía un contraste enorme. Estudié diseño y aunque trabajé para grandes empresas de moda, sabía que había algo más que debía aportar en este rubro”. Así, más adelante se trasladó a Italia gracias a una beca para estudiar vestuario de teatro y empezó a crear piezas distintas, más conceptuales.
No es la única en esa búsqueda a través de la moda. Georgia Hardinge, diseñadora británica, lanzó en septiembre la colección Dinastía, donde el foco eran los signos del zodiaco y la energía de cada uno de estos sobre las personas. Representar la fuerza a través de un eco simbólico, tal como lo define Hardinge fue lo que marcó el alineamiento de su presentación en la semana de la moda en Londres.
Las creaciones de Hardinge eran de apariencia minimalista, pero muy elaboradas con detalles como plisados y calados elaborados digitalmente con las formas de los signos zodiacales, como Escorpio, Cáncer y Libra.
Brunelli, por su parte, genera prendas que además de historia empoderan a la mujer. “La maga, la hechicera, la sacerdotisa, la guerrera, la sensual son solo algunas de tantas. La esencia y la energía femenina es una fuente inagotable de inspiración para mis creaciones. Me apasionan las mujeres de todas las edades y reivindicar esa memoria y sabiduría de generaciones ancestrales”, menciona la diseñadora argentina.
El tipo de materiales que usa también se perfilan bajo esta consigna, con los que pareciera reflejar a una dama medieval. “Mezclo materiales antiguos con modernos, bordados a mano con perlas que evocan las conexiones estelares. Contrastes de colores, tonos y texturas que conectan mundos y espacios en una única línea de tiempo”. De hecho, indica que toma en cuenta ciclos de la naturaleza y elementos de ella, como la luz de la luna dentro de su proceso creativo.
La paleta de colores de Hardinge en cambio es brillante, teniendo al blanco como estrella y al amarillo como aliado. La inclusión del negro, nude y rojo también está pero con menor impacto. En sus diseños da prioridad a la textura ligera y a las formas que puede crear con textiles.
Faldas y vestidos asimétricos, crop tops lisos y juego constante entre brillo y mate son de sus distintivos. La diseñadora británica se define por lo elegante “chic”, ya que pese a tener un concepto creativo complejo, aun así sus prendas son perfectas para llevar a un coctel o fiesta de gala.
Lúdico y a la vez profundo, sexi y también romántico. Jugar con ideas místicas y la vorágine de la moda es posible según estas dos diseñadoras, que tratan de salir del molde con sus colecciones. “Mi prioridad como creadora es plasmar y poder dar el mensaje que tengo que dar. Yo soy un canal para poder concretarlo y mis piezas son los puentes. De allí todo lo demás fluye y se da”, concluye Brunelli. (I)