Nuevos aires en Buenos Aires
La jornada de la moda argentina fusionó la tradicional gama de marcas reconocidas con la nueva generación de diseñadores, quienes están dando sus primeros pasos en esta industria.
Cuatro días intensos comprendieron el Buenos Aires Fashion Week, del 6 al 9 de agosto, con más de veinte desfiles en el predio de La Rural, centros comerciales y tiendas exclusivas, que se engalanaron para recibir a invitados exclusivos y la prensa especializada de Latinoamérica.
Los diseñadores emergentes propusieron tipologías fuera de lo común. Andrea Urquizu, diseñadora que formó parte de la Ciudad de Moda (CMD), mostró piezas de sastrería desestructuradas inspiradas en dos personajes del rock: Bianca y Mick Jagger. Urquizu tiene experiencia en vestuario para bandas de rock y utilizó ese recurso en su colección.
Marcelo Giacobbe elaboró prendas en organza y tul, jugando con apliques de canutillos y vidrios bordados. Su idea era plasmar el lado B de las novelas románticas, historias que escuchaba desde su niñez. Con una paleta de colores claros como beige, rosa, blanco y algún contraste con negro, el diseñador impresionó por sus detalles clásicos de la alta costura.
Los calados en las prendas son una de las tendencias en esta temporada, lo cual tiene su razón de ser. Los diseñadores se unieron a varios artistas que trabajan con papel para demostrar que se pueden generar un sinfín de figuras en las telas, al igual que en ese material: desde estampas florales con aire romántico hasta tropicales.
La tienda multimarca Falabella citó a cinco revistas de moda argentina (Cosmopolitan, Ohlalá, Para Ti, Catalogue y Harper’s Bazaar) para hacer la interpretación de las tendencias, según su visión editorial. Las más sonadas fueron la influencia de los años setenta, el uso de rayas en pantalones y camisas, las flores en textiles y accesorios y el movimiento punk.
En cuanto a las tradicionales marcas, Garza Lobos mostró una colección ideal para eventos coctel. El uso de estampas con muchos corazones invadió sus prendas, como vestidos holgados y asimétricos, más pantalones amplios acompañados de camisolas.
Mariana Dappiano enfocó su colección Pluma en la tendencia tribal, con tintes tropicales. La diseñadora siempre piensa en prendas sueltas que le permitan a la mujer sentirse libre en todos sus movimientos, forjando una nueva concepción de sensualidad.
La marca Desiderata llenó las expectativas del público más joven, que busca vestir las tendencias al 100%. Shorts, minivestidos y chaquetas que simulan el clásico modelo de Chanel, con tejido de punto, causaron furor durante el desfile, que cerró con una coreografía al estilo del Harlem Shake. Mientras que Prüne, reconocida por su línea de calzado y carteras, incluyó prendas en su presentación, en la cual las modelos mostraron un look impecable, con cabellos lacios y maquillaje nude, para lucir a la perfección los accesorios.
La Ciudad de la Moda
Las autoridades de Buenos Aires junto con los organizadores del Bafweek buscan impulsar el diseño como nueva fuente de producción
El apoyo a la nueva camada de talentos se dio a través de las autoridades locales de Buenos Aires, que junto con los organizadores del evento Buenos Aires Fashion Week (Bafweek) vieron la posibilidad de mostrar las nuevas caras del diseño argentino. Además, realizaron jornadas gratuitas de capacitación con orientación comercial, rondas de negocios y un espacio ferial con venta al público, todo ello a cargo del Centro Metropolitano de Diseño (CMD), con el afán de impulsar el desarrollo del diseño como nueva fuente de producción nacional, que también ofrece inclusión a los diseñadores extranjeros que se forman en Argentina.
Andrea Urquizu, diseñadora que presentó su colección en el Bafweek, es uno de los casos de marcas que han recibido apoyo por parte del CMD. “Brindan muchos cursos gratuitos de imagen de marca, asesoramiento legal y marketing, es tanto el apoyo que hay empresas que están siendo ‘incubadas’ en el edificio del CMD”, expresó.
La interacción de la ciudadanía con la moda era el objetivo principal de este Bafweek y para ello se organizaron actividades como circuitos de tendencias y condecoraciones a diseñadores con larga trayectoria, en el caso de Juana de Arco, quien tuvo como escenario espléndido el tradicional Teatro San Martín para presentar su colección Piscis, la cual estuvo compuesta de prendas con ilustraciones en tonos flúor y un estilo hippie chic.
Se realizó una gran convocatoria al público con entrada libre para los desfiles del primer día, dentro del programa La Ciudad de Moda, para asegurar la participación ciudadana en esta gran fiesta de la moda.
Enrique Avogadro, director del Centro Metropolitano del Diseño, expresó su entusiasmo por ser parte de este trabajo que realiza desde el 2001, cuando se creó el CMD, en medio de la crisis que sufría el país y que lleva tres ediciones consecutivas con un programa denominado La Ciudad de Moda, que participa activamente a la par de la Semana de la Moda.
“No nos quedamos solo en la pasarela, sino que también ayudamos a consolidar una propuesta que sea sustentable en el aspecto económico. Nos gustaría que Buenos Aires fuera una de las ciudades más relevantes en el área del diseño, no necesariamente se trata de competir, sino que cada uno lo haga con su identidad”, indicó Avogadro (AMM).