Alta tensión
En la vida organizacional existen situaciones de extrema presión, sea por momentos de crisis que vive la organización, conflictos no resueltos, procesos de cambio o incertidumbre.
Liderar implica muchas veces asumir riesgos y tomar decisiones que no son aceptadas por los demás miembros de la organización. Son diversas las causas de esta resistencia: cuotas de poder, deseo de mantener la zona de confort, miedo al cambio, entre otras.
En el libro Liderazgo sin límites, Ronad A. Heifets describe que una de las tareas más difíciles del líder es poder soportar estas situaciones de tensión. El autor propone algunas directrices a tomar en cuenta:
1.- Enfrentar el problema con decisión y realismo, sin esconderlo por “debajo de la alfombra”, mostrando fortaleza en medio de situaciones adversas. Esto implica no temer el conflicto y enfrentar los problemas desde la verdad, especialmente cuando se traicionan principios institucionales.
2.- Identificar las resistencias al cambio mediante el diálogo y apertura con los miembros de la organización, permitiendo que expresen con libertad sus preocupaciones o desacuerdos. La apertura no significa consensuar decisiones en las que todos estén de acuerdo, pero sí escuchar activamente para que todos sean partícipes del proceso y entiendan las decisiones tomadas.
3.- Evitar asumir un papel de grandiosidad en el que se pone por encima del resto. Debe más bien promover la participación de los miembros de la organización y la asimilación de las decisiones tomadas, entendiendo su importancia y en lo posible haciéndolas suyas.
En situaciones de tensión resulta fundamental acompañar activamente a los miembros de la organización, pues hay mayor vulnerabilidad, desánimo y, en algunos casos, irritabilidad ante la presión que se vive. A la vez que se exigen los cambios en la organización, se debe dar soporte afectivo y efectivo a las personas que deben realizar dichos ajustes para que no terminen desgastados en el proceso. Será de ayuda proporcionar espacios personales para recomponerse, retomar fuerzas, reflexionar y volver a encontrar el sentido en todo lo que estamos realizando, basado en los valores y propósitos, que deben ser siempre el norte de nuestras acciones. (O)
carlosmunoz@humane.edu.ec, dhi.com.ec