Orientación a resultados
En el mundo empresarial existe la necesidad de integrar el énfasis que tienen las organizaciones por la orientación a los resultados con la preocupación por el desarrollo integral del trabajador. Si bien es positiva la dinámica organizacional que busca la excelencia y la consecuencia de las metas, estas no pueden ir en desmedro de la persona que las lleva a cabo.
En ocasiones, bajo el pretexto de actuar con eficacia, se justifican abusos de distintos tipos, como, por ejemplo, imponer ciertas exigencias desproporcionadas en los plazos y ritmos de trabajo, con horarios que afectan la vida familiar y el necesario descanso. Asimismo, se atenta contra la dignidad de la persona por el maltrato o amenaza que recibe el subalterno: “Si no cumples, te boto”. En dichos casos, podrá ser que la persona cumpla algo por temor, pero no adquirirá un compromiso permanente con la organización. Es común escuchar en los gerentes frases como: “Si ya le pago, no tengo por qué felicitar ni promover la labor de los trabajadores”. Esto evidencia el poco entendimiento de la motivación que necesitan las personas para lograr los fines propuestos.
Por otro lado, no se debe caer en el error de creer que la preocupación por los miembros de la organización exime a sus integrantes a dar el máximo esfuerzo para realizar un trabajo de excelencia. El ser comprensivo no significa solapar negligencias ni dejar de resolver los asuntos con la eficacia requerida. Más bien, al atender las necesidades de los trabajadores se pueden identificar los obstáculos que le impiden cumplir sus responsabilidades, darle las herramientas para avanzar, proporcionar la capacitación necesaria, y mantener viva la motivación de realizar dichas tareas dándoles un significado y valor.
La orientación a resultados centrado en la persona es la única que garantiza el sostenimiento en el tiempo, pues involucra a las personas en una dinámica permanente de compromiso y sentido de pertenencia en las metas organizacionales. El interés auténtico por las personas de la organización, sin instrumentalizarlas para obtener un fin inmediato, redundará en un compromiso duradero de los trabajadores en la organización.