Bilingüismo desde la primera infancia
¿Alguna vez pensó que el inglés simplemente no era para usted? Esto se debió, tal vez, a que lo experimentó desde el modelo equivocado.
Los docentes actuales conocen bien las debilidades del modelo de enseñanza memorista: aprender a partir de las reglas gramaticales. Lo contrario, explica Cecilia Cassanello, directora del programa 100% Inglés de Logos Academy, es hacer que el aprendizaje sea vivencial, práctico y útil. En este caso, presentar el segundo idioma al niño como una experiencia diaria, relacionada a su entorno y a su rutina diaria.
El programa 100% Inglés se aplica en Logos en el nivel inicial, desde maternal hasta el primer año de educación básica. Desde los 2 hasta los 4 años, los niños están inmersos en un ambiente completamente angloparlante, y se aplica el sistema de aprendizaje de vivir la experiencia.
Para ello, se ha destinado un salón de clases a cada área del desarrollo: lenguaje, matemáticas, ciencias, arte y motricidad. Los niños, a través de rotaciones durante la jornada escolar, pasan por esas aulas, donde dos parvularias se comunican con ellos exclusivamente en inglés.
¿En qué beneficia esto a los niños a corto y largo plazo? “Cuanto más temprano se desarrolle una segunda lengua, el dominio posterior será prácticamente nativo”, asegura Cassanello. “Las fortalezas que ellos adquieren a través de este sistema de educación agudizan la parte auditiva, la pronunciación, los patrones de lenguaje y vocabulario”.
La educadora llama a esta etapa un periodo óptimo de aprendizaje. “La parte sensorial, en especial la auditiva, es muy sensible en el chico. Un segundo idioma impacta en la inteligencia, en la concentración y en las habilidades de aprendizaje. Los niños están en este momento más ávidos de estímulo, aprenden por observación e imitación, están abiertos al descubrimiento”.
Así, afirma, los niños de prekínder y kínder ya pueden comunicarse en inglés usando frases sencillas, cada cual de acuerdo a la etapa de desarrollo en que está. Al llegar al primer año de educación básica pasarán al bilingüismo, con la mitad de la jornada en español y el tiempo restante en inglés, y entrarán al aprendizaje formal de ambas lenguas, con todas las herramientas de comprensión y producción.
El sistema cumple 10 años de haberse implementado. Los primeros alumnos en recibirlo están ya en secundaria. Cassanello habla de los resultados. “No solo nuestros estudiantes llegan al bachillerato internacional bilingüe, sino que logran ingresar a cualquier universidad angloparlante sin ninguna dificultad y con éxito”.
Ventajas a largo plazo
La educación bilingüe ha sido una opción durante más de 50 años, pero aun hoy sigue siendo controversial, asevera la investigadora Ellen Bialystok, del Departamento de Psicología de la Universidad de York, en Toronto, Canadá.
Especialmente discutido es el tema de si es apropiado para todos los niños de todas las edades. El nivel socioeconómico, por ejemplo, a menudo se confunde con los resultados de la educación bilingüe. Y no hay evidencia de que haya efectos negativos, mas sí de que hay beneficios en muchos aspectos.
“Los bilingües deben tener un mecanismo para controlar la atención a sus dos sistemas de lenguaje, para conseguir fluidez en cada idioma sin que haya intromisiones del otro”, reporta. Esto le dará ventajas cognitivas a la persona cuando llegue a la etapa adulta, y la protegerá del declive que estos procesos experimentan al avanzar la edad. “La futura investigación sobre el bilingüismo debería explorar estos efectos en un contexto más amplio y multidisciplinario, para proveer un entendimiento más detallado del funcionamiento de la mente bilingüe”. (D. V.)