Carta de restaurante: Confusa y difusa
Al llegar a un restaurante siempre esperamos una experiencia plácida, distendida, satisfactoria, pero puede convertirse en un momento de terror si no saben comunicarnos el contenido de su oferta gastronómica.
Como su nombre lo indica, la carta es la presentación detallada de los platos, menúes o sugerencias que hace el cocinero de turno. Generalmente están en orden de servicio, primero las entradas, frías y calientes, platos fuertes con las guarniciones, especialidades del establecimiento y los postres. Según el nivel del lugar, puede haber carta de vinos y otra de postres.
Pero si usted encuentra que la carta está confusa, no tiene precisión, lo hace dudar, no le permite decidir qué va a comer, tiene toda la libertad de preguntarle al mesero en qué consiste tal plato. Los restaurantes son lugares públicos que reciben a personas de toda edad, sexo y condición. Aquí no hay lugar para la xenofobia. Pueden ser políticos, científicos, empresarios, cantantes, gente de alto nivel cultural o ciudadanos comunes que no tienen por qué saber qué es un magret de canard.
Primero, diríjase al mesero con la misma cordial distancia como lo hace con cualquier profesional. Trátelo de ‘usted’.
Pregúntele en qué consiste este magret de canard y él sabrá explicarle que se trata de una pechuga de pato.
Pídale que le informe cuáles son las guarniciones. Él le va a enumerar los acompañantes a elegir para cada proteína.
Si no puede comer frituras, pregunte por el tipo de cocción.
Un mesero calificado debe comunicar, responsablemente, si hay alimentos libre de gluten.
Se pueden hacer reservaciones; algunos restaurantes funcionan mejor porque es una forma de organizar este arduo trabajo, desprovisto de todo glamur.
Si está con su papá o mamá, al jefe de familia le corresponde hacer los pedidos, pero usted puede hacer todas las preguntas pertinentes sobre su comida al mesero.
Se puede pedir cambio de mantel si este no está limpio.
También puede solicitar cambio de mesa.
Si se encuentra con amigos, no tiene que ir a saludar con besito a todos los de la otra mesa.
Ojo: que no se le antoje pedir algo que no está en el menú.
La comunicación es un componente esencial en toda relación. Si su mamá le da consejos, escúchela; ella lo está formando, esa es su herencia, es su rico patrimonio. (O)